Revista Salud y Bienestar

Un perro llamado Goku contra el Alzheimer

Por Seo Bloguero

«Es impactante ver que el can logra reacciones que ni las propias familias consiguen». El gerontológico Uzturre incluye la terapia de animales para los residentes con esta enfermedad. 
No es un milagro, sino el resultado de algo que fluye con naturalidad en una terapia que ante su efectividad, ha comenzado a extenderse con fuerza en la mayoría de los programas de centros de salud y complejos asistenciales. A primera vista, la presencia de mascotas parece incompatible con la atmósfera y asepsia hospitalaria, pero los resultados demuestran lo contrario. Desde que 'Goku' llegò al complejo residencial Uzturre, ha demostrado ser la mejor medicina para los residentes.
Un perro llamado Goku contra el Alzheimer «La ùnica tristeza es cuando el perro tiene que marcharse», cuenta Eba Bengoetxea, de Dogtor Animal Euskadi y responsable de realizar las intervenciones con Goku en el centro Tolosarra. Aunque se trate de un tipo de terapia no convencional, el centro apostò por esta vìa y decidiò incluir esta actividad en el programa de actividades de los residentes, concretamente, entre los que sufren un Alzheimer muy avanzado. «Comenzamos a finales de octubre y ya llevamos dos meses. Eba se puso en contacto con nosotros y tras estudiar las necesidades de nuestros residentes y los mètodos de trabajo adecuados, decidimos dar el paso. Era una nueva experiencia para nosotros pero los resultados demuestran que ha valido la pena arriesgar», dice la terapeuta ocupacional del centro Elena Marzo. Una vez que se marcaron los objetivos a lograr, ambas partes se pusieron manos a la obra.
«Existen muchos malos entendidos respecto a la terapia de animales. No se trata de llegar.... con el perro y soltarlo en el centro. Detràs de todo, hay mucho trabajo y horas de estudio. Semanas antes de comenzar con la primera sesiòn, por ejemplo, me reunì con el equipo de trabajo y entre otras cosas más, visitè el centro con el perro varias veces para que se acostumbrara a su nuevo lugar de trabajo, a las personas y el ambiente en general», añade Eba, que después de trabajar varios años en Madrid ha vuelto a su Tolosa natal para extender este tipo de programas.
La presencia de 'Goku' no sòlo alegra y divierte a los residentes, tambièn el personal del centro espera con expectaciòn su llegada. Los enfermeros afirman que su nombre es ya conocido en el resto de plantas y todos preguntan cuàndo llegarà.
«Se ha creado un clima especial ente todo el personal del centro, no sòlo con los residentes y el animal y todo gracias a èl. Tenemos previsto que las familias tambièn puedan participar en los juegos que realizamos en las visitas, para que vean còmo reaccionan estas personas.
Disfruto mucho haciendo mi trabajo porque continuamente buscas que la gente sonrìa y se sienta a gusto. Ademàs, los usuarios no se dan cuenta pero mientras juegan estàn trabajando y aprendiendo inconscientemente. Todos lo esperan con gran expectaciòn su llegada».
Catalizadores sociales
Las terapias se pueden realizar con todo tipo de animales, pero en palabras de la profesional, los perros son los màs apropiados por su caràcter y expresividad. «El tipo de animal varìa segùn el objetivo que queramos lograr, pero es verdad que el perro es el màs apropiado, es el que mejor està integrado».
La terapia ayuda a mejorar la calidad de vida de los usuarios y entre otras cosas, las personas que no responden a la respuesta de sus familias y no estàn integradas con el resto de enfermos abandonan su estado de aislamiento participando y colaborando con los demàs residentes. «Realizamos juegos para trabajar el lenguaje, la orientaciòn, la memoria, la escritura o la psicomotricidad. Es impactante ver que a veces, el animal logra reacciones que ni las propias familias consiguen», cuenta Eba. Sin embargo, la labor no comienza ahì. Admite que los perros de terapia son animales escogidos por sus aptitudes ya que son entrenados dentro de un programa educativo como herramienta del terapeuta que imparte las actividades. «Digamos que el proceso comienza desde el nacimiento. Su participaciòn tiene que ser beneficiosa y es importante educarlos desde pequeños y que vivan con nosotros. Formamos una unidad en la que ademàs de cumplir nuestras indicaciones, aprenden a vivir, comportarse en sociedad».
Segùn indica la profesional, este tipo de terapias funcionan con todo tipo de colectivos, sin embargo, la sociedad tiende a asociarlos con personas con discapacidad psìquica y fìsica o con dificultades de tipo social o educativo. «No somos conscientes de los beneficios que aporta trabajar con los animales. En las intervenciones todo fluye con tanta naturalidad que muchas veces nos sorprendemos de nosotros mismos de las reacciones que podemos tener en determinados momentos. No deja de ser una manera diferente, interesante y divertida de conocerse uno mismo», añade Eba.
diariovasco.com

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