Con un veneno que surtiese efecto varias horas después de ingerido impregnaría la goma del reverso de una plancha de estampillas comunes, que luego distribuiría entre quienes, a su criterio, debían purgar sus delitos contra los humildes, los simples, los sencillos, los nobles y puros de corazón. Único juez y verdugo: Raúl Hugo Morales.
Un plan diabólicamente refinado, perfecto, a juicio de su gestor.
“Mañana mismo comenzaré a desarrollarlo. Será una obra maestra.”.
---Dicen los libros que la infelicidad es la emoción de no poder ser feliz porque algo o alguien falta, algo no complementa la vida o algo impide alcanzar una justa o deseada felicidad. Pero lo que siempre ha concitado más mi atención en este tema fueron las posibles causas que provocan ese desdichado efecto. ¿Un determinado ser humano nace infeliz o la vida lo va modelando cada día con azarosos golpes?Porque quizá Raúl Hugo Morales, que de ser un "nadie" reconocido saltó a las primeras planas de esos días por haber creado un plan por el que lograría como un dios administrar la vida y la muerte aplicando únicamente su criterio, tenía razones válidas para hacerlo.
Puedes encontrar algunas respuestas en mi novela de "Las verdaderas razones..".
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Daniel Aníbal [email protected]
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