Un postre 'no-postre'

Hay una cosa en la vida que mis hijos no perdonan jamás: el postre. Ya sea que se trate de una rebanada de pastel, dos galletas o tres gomitas, les da igual, pero para ellos, toda comida debe concluir con una probadita dulce.

¿Mala costumbre? Sí.

¿De quién es la culpa? Totalmente mía.

Sin embargo, con toda la intención de revertir el daño hecho, me he puesto a buscar opciones sanas para satisfacer esta necesidad que tienen de comer algo dulce. Y en esta búsqueda me he topado con una maravilla: El helado de 1 sólo ingrediente.

¿Suena fácil? Lo es. Bastante.

Lo único que necesitas para hacer este “helado” es un plátano.

Ahí les van los pasos:

1. Tomas un plátano maduro. La mejor opción es aquel que ya está un poco café por fuera, pero que sigue blanco por dentro.

2. Cortas el plátano en rebanadas. Esto hace que la parte de molerlo sea más fácil.

3. Metes las rebanadas al congelador.

4. Una vez congelado, lo mueles en la licuadora o en el procesador de alimentos hasta que logre la consistencia de un helado (aquí me refiero a un helado como el del cono de McDonald´s, no a la consistencia de un Hägen Dazs, ¿ok?). Al principio va a quedar granuloso. Tú síguelo moliendo hasta que te quede cremoso.

5. ¡Listo! Lo que tienes es un “postre tramposos”. A los niños les encanta. Créanme, si pasó la prueba de mis hijos (quienes no se toman el postre a la ligera), seguro también pasa la prueba de los tuyos.

¿Queda rico? ¡Delicioso!

Y aquí viene lo bueno… lo puedes mejorar todavía más (aunque realmente no es necesario), agregando crema de cacahuate, dulce de leche o Nutella cuando ya estés terminando de molerlo. Ok, tienen razón, así ya no es “El helado de 1 sólo ingrediente”. Será de 2, pues. Y ahorita se me está ocurriendo también echarle almendras picadas… mmmhhhh. Bueno, que sea de los ingredientes que tú quieras, pero pruébalo.

¿Qué es lo más que puedes perder? ¿… un plátano?

Bon Appétit!