Revista Cine

Un tipo serio (2010)

Publicado el 21 febrero 2010 por Sextohombredigital
Un tipo serio (2010)
Esta vez, tampoco (y ya van varias seguidas…)
Ethan y Joel Coen son dos directores de absoluto culto por su peculiar y personal estilo tanto en la narración como en la filmación de la acción, capaces de hacerte sonreír a carcajadas (El gran Lebowsky), inquietarte (Muerte entre las flores) o, simplemente, dejarte con la boca abierta (El hombre que nunca estuvo allí), a pesar de que tengan olvidables excentricidades (O Brother o El gran salto).
Seguro que con No es país para viejos, esa cinta que les valió cuatro estatuillas, me perdí algo. Imagino que leer al bueno de Cormac McCarthy hubiera ayudado, porque, por lo que a los hermanos respecta, sólo puedo decir que clavan los planos y dirigen a unos actores que están inmensos, pero la historia me parece resuelta con prisas, con pinceladas más bien vagas y con un final abrupto, inconcluso, que sólo me parece efectista. Pero ya digo, me habré perdido algo (será cosa mía cuando todo el mundo alucina con ella). Luego vino Quemar después de leer que podría definirse como una ‘presunta’ comedia. Digo presunta porque conmigo la risa jamás llegó. Su última entrega, Un tipo serio, viene precedida por la nominación a dos oscars: mejor guión original y mejor película (nada menos).
Acudo religiosamente la semana del estreno, como siempre con los Coen desde Fargo, y constato las sensaciones de sus predecesoras. Qué talento tienen estos tíos con la cámara, pero qué distantes me resultan sus últimas obras. Aquí, nos cuentan la debacle personal de Larry Gopnik un profesor de física, un hombre gris, sereno, educado, costumbrista, que se encuentra con una ruptura matrimonial inesperada. La acción gira en torno a las esperpénticas desgracias que le ocurren a su protagonista que me resultan absurdas, vacuas, aburridas y monótonas. Algunos verán ahí humor negro inteligente. Será que yo soy gilipollas, porque no me ha hecho ni puta gracia. Las partes dramáticas tampoco funcionan como debieran. Salgo del cine como un témpano. Joel e Ethan siguen sin dar con la tecla...

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