Sophie, o Fifi, es una adolescente de clase trabajadora con una situación familiar un tanto complicada. Una mañana se encuentra con una conocida de su edad y la acompaña a su casa, situada en una zona residencial y mucho más confortable que la suya. Movida por un impulso, roba una copia de las llaves y, cuando sus ocupantes se van de vacaciones, se introduce en ella; al poco rato entra Stéphane, el hermano mayor de su amiga, y Fifi, al verse descubierta, huye avergonzada. No obstante, se ve obligada a volver para disculparse y parece hacer buenas migas con Stéphane.
Los distribuidores españoles han decidido titular Un verano con Fifi a una película llamada en francés simplemente Fifi y en inglés Spare keys, llaves de repuesto. Una vez más el título español elimina la ambigüedad del original y por un lado anuncia que se trata de una historia de amor de verano, y por otra ofrece ecos además del cine de Eric Rohmer, uno de los grandes iconos de la nouvelle vague francesa, cuya influencia sigue siendo muy palpable en algunos de los nuevos directores del país vecino, como es este caso.
Estamos por lo tanto ante una historia coming of age, es decir, de transición entre la niñez y la vida adulta, además de una comedia dramática romántica que sigue los patrones del cine de autor francés. No hay explosiones emocionales, lágrimas, ni clichés de postal de San Valentín, y sí cierto componente social. La diferencia de clase entre los dos jóvenes que se sienten atraídos no se subraya, puesto que el tono sutil del film es incompatible con el populismo, pero tampoco se omite; el introducirla en un mundo de ociosidad, chalets con piscina y padres condescendientes que no gritan es un descubrimiento más para una adolescente que empieza a iniciarse en el mundo adulto y a experimentar un sentimiento nuevo para ella, la atracción física y sentimental hacia un chico algo mayor que ella en unas edades en las que unos pocos años marcan mucha diferencia.
Se trata de un film con todo el encanto, la elegancia y la aparente sencillez que caracterizan al cine francés más prototípico; intenta capturar un momento en la vida de sus personajes sin grandilocuencia y sin sacar grandes conclusiones, ya que precisamente lo que pretende transmitir es la magia de la época en la que se tiene toda la vida por delante.
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- ##check## Lo bueno
- La elegancia y la sutileza a la hora de contar una historia muy sencilla.
- ##times## Lo malo
- Los detractores del cine francés, que no son pocos, la considerarán apagada por no tener grandes momentos dramáticos.
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- Intérpretes 8.0
- Los dos protagonistas son nuevos actores emergentes que llevan el peso de la narración con aparente naturalidad.
- Argumento / Guion 8.0
- Los conflictos de la adolescencia y las diferencias de clase social se transmiten a base de pequeños detalles. Se consigue expresar mucho con pocos elementos.
- Dirección 7.0
- Los dos directores, ambos debutantes, han aprendido bien de los clásicos. Les falta tal vez desarrollar algo de voz propia, aunque tienen una carrera por delante para hacerlo.
- Montaje / Innovación técnica 8.0
- Teniendo en cuenta que estamos hablando de cine francés y que el ritmo no es el de Hollywood, es un relato fluido y con metraje más o menos ajustado.
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- Puntuación Total 8 / 10
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