Revista Diario

Un verano de primeras veces

Por Belen
Este verano ha empezado un poquito flojo. El mes de junio ha sido duro debido a ese virus de garganta tan malo que mi peque no conseguía soltar. Eso le ha tenido algo alicaido y no nos ha permitido hacer muchas cosas que nos hubieran gustado. Pobre, si incluso jugando en el parque (a potencia máxima, como solo él sabe) se quedaba afónico. Así que con todo el dolor de mi corazón, decidí que para que se recuperase del todo y pudiera ir a la playa sin problemas, había que prescindir de piscina, de carreras desmedidas, de actividad a tope. Eso no es nada fácil para un niño que le gusta ir a cien por hora para todo.
Pero hoy puedo decir que casi lo hemos conseguido. Ya no hay quejas de dolor, no amanece afónico, tras su primer día de piscina no ha habido consecuencias negativas, y los mocos y heriditas de la nariz van cediendo. Podemos decir que estamos listos para comenzar a tope la temporada de verano.
Es un verano de primeras veces. El pasado domingo fue la primera vez que le llevamos al cine. Sí, sí, me consta que muchos de vosotros habéis llevado a vuestros hijos con 2, 3 años. Pero dada la intensidad de mi hijo, y lo culo de mal asiento que ha sido siempre, pagar unas entradas de cine(nada baratas por cierto), para que a la media hora quiera salir por la puerta, no me parecía. Sabía que todo llegaría, y efectivamente, con un poco de paciencia, todo llega. Cada niño tiene sus ritmos. Me llamaban exagerada, pero claro si en casa no aguantaba ver un peli que no fuera Cars, ¿para qué narices le iba a llevar al cine?. Pero el domingo disfrutó tanto que no salimos de la sala hasta que no acabaron los títulos de crédito. Su primera vez ha sido todo un éxito.
Mañana también será un día de primera vez. Nos vamos unos días a la playa con los abuelos, y aunque está muy cerca, nos vamos en avión. Dado el precio de la gasolina, por increíble que parezca, nos han costado menos los billetes de avión que dos depósitos de gasolina. Cogimos los billetes con mucha antelación, cuando planeábamos estas pre-vacaciones (que las oficiales llegan en agosto). Eran todo ventajas: más barato, menos tiempo de desplazamiento y la experiencia para mi hijo de ser la primera vez que monta en avión.
Os podéis imaginar lo emocionado que está, se lo va contando a todo el mundo. Y claro, todo el mundo cree que nos vamos a las comchimbambas.... no, no, nos vamos a la vuelta de la esquina, como aquel que dice.
¿Y por qué no hemos viajado con él antes en avión?, por varias razones. Las vacaciones que nos gustan más son de playa, en verano, y de montaña en primavera u otoño. Todo esto lo encontramos en el territorio nacional a golpe de coche. Tenemos la suerte de que mis padres tienen un pisito en la playa, y por razones económicas nos parece un poco absurdo irnos a otra zona playera, cuando además mi niño adora su pueblo, su casa, sus cosas.
Viajar a Europa, de lo cual tengo muchas ganas, con mi hijo, aún a día de hoy no nos parece viable. Turismo cultural, imposible. Creemos que debemos buscar un ocio que podamos compartir los tres. Y sí, claro que lo podemos encontrar, estamos deseando visitar Escocia, Finlandia, y otras ciudades bellísimas europeas, donde mi hijo podría disfrutar tanto como nosotros. Pero el desembolso económico y la labor logística teniendo un niño de 4 años es demasiado agotador. Prefiero buscar una coqueta casa rural en Asturias e irme allí sin tantas complicaciones. ¿Comodona?, cuando se trata de vacaciones sí, mucho.
Y además, haber metido a mi hijo con 2 años en un avión hubiera sido una experiencia,....., ¿inolvidable?. O hubiera salido muy bien, o hubiera sido todo un desastre. Y considerando que en un avión viajan otros muchos pasajeros, no me pareció correcto arriesgar, sobre todo sin tener necesidad.
En menos de una semana ya llevamos dos primeras veces de mi peque. Aspiro a que por primera vez nada él solito sin el flotador en el culete. Este curso no ha ido a clases de natación. El viernes pude comprobar que no ha perdido mucho, así que ahora en la playa y luego en la piscina intentaré, poquito a poco, que coja confianza y se atreva.
No sé si habrá más primeras veces este verano, pero apuesto a que sí. Mi chico se hace mayor, y a pesar de que a veces su fuerte carácter me hace pasar ciertos apuros, las cosas van siendo más sencillas y viables.
Hoy será un día intenso, mucho que hacer, maleta por preparar, casa que dejar habilitada para unas gatitas ansiosas, ...., aunque papá nos acompañará un par de días, luego se quedará de Rodriguez. Esta es la parte que menos me gusta, pero bueno, todo sea porque el peque tenga unos días de descanso playero con sus abuelos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas