Un verano de Zelda: Zelda 2 Adventure of Link

 ¡Hola de nuevo hylianos! Como ya prometimos en el anterior artículo de nuestra nueva sección "Un verano de Zelda" cada Jueves tendríais una nueva aventura en los mundos del elfo de ropa verde. ¿Estais listos? Pues hoy toca "The Legend of Zelda 2: Adventure of Link"
 Odiado y amado a partes iguales, el segundo juego de la saga Zelda (para la consola NES) es sin duda su "oveja negra". El porqué de este amor-odio se debe a que el juego ofrece una historia y banda sonora memorables, pero su elevada dificultad y absurdo sistema de juego siempre lo han hecho el más marginado de todos los juegos.
 El argumento es una de las cosas que lo salvan a ojos de algunos. Este juego se plantea como directa secuela del anterior (el primer Zelda), en la cual Link es llamado de nuevo a las armas al quedar mágicamente inconsciente la princesa Zelda. Viendo que es obra de Ganon para volver al mundo Link debe reunir unos cristales para poder usar la Trifuerza para despertar a Zelda. No se dará cuenta Link hasta el final que era todo una treta del Rey del Mal para matarle, quien no necesitaba a Zelda muerta para volver al mundo, sino a él.

 El argumento funciona bien, y sin duda está en la línea de la saga. Pese a ello, la noble epopeya queda empañada por una jugabilidad nula.
 Tal vez por la propia inexperencia del estudio de desarrollo, estos decidieron darle un toque "RPGesco" a la nueva aventura de Link. Por ello nos encontramos un juego en el que debemos recorrer un mapamundi al más puro estilo Final Fantasy, en el que los combates se desarrollan al chocar con unas sombras que lo recorren. Combates que se desarrollan en scroll lateral, al igual que se presentan los pueblos y mazmorras del mundo.
 Pero lo más chocante de todo es que Link, como buen personaje de RPG, tiene barras de vida, magia y ¡Experiencia! Si señores, este es el único Zelda en el que se sube de nivel, además es una tarea completamente necesaria (y muy aburrida).
 Pero lo más absurdo es en realidad la barra de magia. Es cierto, Link hace hechizos en este juego, y la verdad es que ni está mal, ni es algo raro (la barra de magia se implementará como un habitual a partir de Zelda 2 en la saga). El problema es que en Hyrule ¡Todo es magia! Nuestra barra bajará igualmente tanto para convertir a nuestros enemigos en churros carbonizados como para (¡Inaudito!) ponerse un traje rojo. Pero lo peor de todo es que, hasta que subamos bastante de nivel, la barra de magia se nos consumirá a una velocidad alarmante.
 Pese a todo debéis jugarlo. Porque es imposible opinar de este juego sin haberlo jugado. Y porque todos esos problemas de jugabilidad se pasan cuando uno escucha su memorable banda sonora.
 Y bueno, hasta aquí nuestra aventura semanal. ¡Nos vemos en nuestro próximo viaje a Hyrule!