Revista Viajes

Un viernes cualquiera en Nizwa

Por Mteresatrilla

Nizwa es una de las ciudades más antiguas de Omán. Se encuentra en una posición estratégica a los pies de los Montes Al Hajar Occidentales, una barrera natural que divide el país.Fue capital de Omán en los siglos VI y VII cuando era considerada un importante centro de aprendizaje de la religión islámica y de arte así como un punto comercial estratégico situada en un cruce de rutas que enlazaban el interior con Muscat y las provincias del Sur y lugar de encuentro para la gente de la zona.


Un viernes cualquiera en Nizwa
Un viernes cualquiera en Nizwa

Ese espíritu comercial se sigue conservando todavía hoy, con uno de los mercados más bien surtidos y como gran centro productor de dátiles, cerámica y orfebrería.
El mejor día para visitar Nizwa y empaparse de tradición es el viernes. Merece la pena organizar el viaje para coincidir ese día en la ciudad. Cada viernes tiene lugar un mercado de animales vivos, en un escenario que ha cambiado bien poco con el paso de los años.

En un antiguo post, os hablaba del mercado de Bayt al-Faqih en Yemen y en cierta manera me lo recordó un poco aunque son varios los años que separan ambos viajes. Para recordarlo ver aquí.

Tras cruzar una de las puertas de la muralla se encuentra un espacio reducido donde se comercia con pequeños animales, especialmente pájaros de todo tipo y algunos conejos. La primera impresión fue impactante, nos quedamos boquiabiertos. Decenas de hombres vestidos con sus blancas túnicas almidonadas y la kumma (gorro tradicional) charlando, riendo, todo en medio de un ambiente muy festivo, compartiendo el pequeño recinto donde se celebra ese mercado. Es muy bonito ver como muchos padres llevan a sus hijos de la mano y los aleccionan sobre cómo deben inspeccionar y seleccionar a los animales. Algunos críos van solos y sacan unos billetes del bolsillo que entregan por una paloma, pajarito o conejo. También pudimos ver algún loro o incluso un halcón que un joven mostraba sobre el característico guante de cetrería.Las jaulas y cajas están en el suelo y la gente se amontona para observar a los animales.Nos situamos en un rincón y nos dedicamos durante un buen rato al arte de contemplar. 


Un viernes cualquiera en Nizwa

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Sin embargo, es fuera de la muralla donde encontramos el plato fuerte, el mercado de vacas, bueyes, cabras y ovejas.A diferencia del mercado de pájaros, aquí vemos alguna mujer, pocas. Por su indumentaria se sabe que son mujeres beduinas, las cuales visten un burka distintivo, una especie de máscara que empiezan a usar cuando alcanzan la pubertad.
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Un viernes cualquiera en Nizwa
Los ganaderos y comerciantes de toda la región acuden a Nizwa a vender y comprar ganado. En el centro del recinto es donde se concentra la principal actividad y los vendedores van desfilando en círculo tirando de los animales y cantando sus excelencias a los posibles compradores, primero las cabras y ovejas y por último las vacas y bueyes.
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Los hombres se acercan, miran, tocan… ajenos a todo lo que pasa a su alrededor e inmersos en la tarea.El animal se lo lleva el mejor postor y tras ofrecer un fajo de billetes se cierra la operación con un encaje de manos. Los billetes circulan que da gusto, aquí las tarjetas de crédito aún no han hecho acto de presencia. Algunos niños salen satisfechos con un cabrito en brazos, incluso un padre orgulloso se nos acercó para pedirnos que sacáramos una foto de su hijo con el animalito … quién sabe si era  su primer viernes de mercado.Alrededor de las 9 notamos que la actividad va cesando, por lo que es importante madrugar si se quiere ver en pleno ajetreo.Los animales que no han encontrado comprador se cargan de nuevo en los vehículos con la esperanza de que el siguiente viernes haya más fortuna.La visita al mercado fue una de las mejores experiencias del viaje a Omán.

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En la placita que se encuentra junto a la entrada del Zoco Este, bajo unos grandes árboles que dan buena sombra hay compra y venta de armas y cuchillos. De hecho, en el zoco hay varias tiendas donde venden rifles, navajas y las características dagas curvadas omaníes que se conocen con el nombre de khanjar (similares a las jambiyas yemenitas). El khanjar aparece en la bandera de Omán como símbolo tradicional del país, aún así, se usa mucho más en Yemen donde la mayoría de hombres y niños la visten en su día a día.


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Un viernes cualquiera en Nizwa
Tras ver el mercado, dirigimos a visitar el Fuerte, el monumento más importante de Nizwa y uno de los más visitados del país.Se empezó a construir en el año 1650 por el Sultán bin Saif al-Yaruba y tardaron doce años en acabarlo, en una época en que los intereses coloniales de los portugueses iban llegando a su fin.
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Domina el centro de Nizwa y su enorme torre circular de altos y gruesos muros es la mejor atalaya para contemplar las casas de color pastel y los palmerales que envuelven la ciudad con los Montes Al-Hajar de fondo. El Falaj Daris es el responsable de tanta frondosidad (en esta anterior entrada explicaba en qué consiste un falaj). Se trata del mayor falaj de Omán y el que da vida a Nizwa ya que proporciona a los campos de los alrededores la gran cantidad de agua necesaria para sus plantaciones de palma.  
Un viernes cualquiera en Nizwa

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Comenzamos la visita por la torre accediendo a la plataforma superior para contemplar las vistas. Desde allí se obtiene una bonita imagen de la mezquita.


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Es muy interesante fijarse en las ingeniosas trampas para engañar al enemigo, como los agujeros por donde vertían el jugo de dátil hirviendo o los profundos pozos al final de los diferentes tramos de escaleras, ahora protegidos con un grueso cristal.Desde el patio central se accede a la parte residencial que consta de tres plantas. En la planta baja hay una exposición, un museo que recoge todos los aspectos más importantes de la ciudad de Nizwa y de Omán en general: el falaj, las mezquitas, las medersas, los fuertes, torres y murallas, el trabajo artesanal de la plata, del cobre, de la palma, del índigo, los zocos, la etapa colonial, la vestimenta tradicional …  muy, muy interesante. También podemos ver un instructivo corredor del tiempo en que se ve una comparativa de lo que sucedió en cada época de la Historia de Omán paralelamente con Oriente Medio, Asia, África, América y Europa.
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En la planta baja también se encuentra un antiguo almacén de dátiles, las salas de las abluciones, los calabozos y una pequeña tienda de productos artesanales elaborados con técnicas tradicionales cuyos beneficios sirven para preservar la tradición.En las plantas superiores, segunda y tercera, se encuentran las diferentes estancias. Las cocinas y despensas, algún dormitorio, salas de estar, etc. Hay una sala llamada la sala de los pastores, donde se quedaban los pastores que salían a pasturar los rebaños de palacio y recogían a los animales perdidos hasta que el dueño los reclamaba. Si nadie reclamaba se vendían para ayudar a las familias más necesitadas.


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Al salir del fuerte nos vamos a dar una vuelta por el Zoco. Al ser viernes, día festivo, encontramos muchos negocios cerrados.Sin embargo en el Zoco Este hay algo más de vida. Parece mucho más antiguo, las paredes son de barro pero tiene su encanto. Compramos incienso, dátiles y jarabe de dátiles que se consume como si fuera una miel.La ciudad es también famosa por sus productos agrícolas y por su artesanía en plata y cerámica y el zoco muestra una gran variedad.


Un viernes cualquiera en Nizwa

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Un viernes cualquiera en Nizwa

Tras pasar un par de días en Nizwa, nos despedimos de una ciudad que nos sorprendió y donde encontramos mucho más de lo que esperábamos.

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