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Una Bala en la Cabeza -reencontrándonos con Walter Hill

Publicado el 08 abril 2013 por Cinefagos

Una Bala en la Cabeza -reencontrándonos con Walter Hill

Hay algunos directores a los cuales echo en falta. John Landis, Joe Dante o Walter Hill. Es cierto que los mencionados no han desaparecido del mapa completamente y que los podemos encontrar dirigiendo algunos episodios de serie de televisión (caso de Landis) o películas que sí son estrenadas en cine (Miedos 3D  por parte de Dante). A Hill le ha llegado la hora y de la mano de Sylvester Stallone ha vuelto a estar en primera plana, aunque tal y como le ha pasado a Schwarzenegger la taquilla no ha respondido especialmente bien (se ve que Los Mercenarios funcionan, pero no así sus actores en solitario). Lo cual no quita que el director de The Warriors no haya podido ofrecer una película digna, entretenida pero con algún que otro impedimento para disfrutarla en su totalidad. Vamos, que no es ni de lejos -lejísimos- una de sus mejores películas. Es más, podría ser casi olvidable en líneas generales. Algo que no pasa con Calles de Fuego, Límite 48 Horas o Traición Sin Límite. Entremos en materia.

Al que no le guste Stallone que pase de esta reseña. Lo bueno y lo malo de este actor sigue estando presente. Hablamos de una película de acción pura y dura, no de Rocky Balboa o Cop Land, así que sería de necios decir que su interpretación ha dado un vuelco y vamos a descubrir un “nuevo” Sylvester Stallone. Vamos, es como si no te gusta Chuck Norris y os recomiendo Desaparecido en Combate III. ¿Me entendéis por donde voy verdad?. Por mucho Hill que tengamos el protagonista absoluto es el actor de origen italiano.

El tema de la película es bien sencillito. Stallone es un asesino a sueldo que acaba siendo traicionado y de paso asesinan a su compañero, aunque no es algo que se “ceben” en ello ni que le cause un trauma para el resto de la película. A Dios gracias. Él acaba mosqueado, algo normal, con lo que quiere dar caza a los que han intentado acabar con su vida. Por cierto, el “asesino” es Jason Momoa, de lo mejor del film. Al cocktail de una historia tan simple como efectiva -así eran realmente muchas de las películas de acción de los ochenta y buena parte de los noventa- se suma un policía asiático y la hija de Stallone. Luego hay muchos tiros, persecuciones, intentos de tortura al nefasto actor de nombre Christian Slater y una última pelea a base de hachas con Sylvester y Momoa, emulando en cierta manera a lo que hicieron Michael Paré y Willem Dafoe en Calles de Fuego, o eso me pareció a mí.

Una Bala en la Cabeza -reencontrándonos con Walter Hill

¿Puntos a favor de Una Bala en la Cabeza? Pues la dirección de Hill. El cual sigue estando en plena forma, aunque no es menos cierto que hay espectadores que hayan criticado algún montaje rápido (¿quien pega a quien?) que se ve durante la película. A mí no me ha parecido así, pero quizás es porque la persecución de coches en Quantum of Solace me subió el listón demasiado alto. Jason Momoa, como he dicho antes, ejecuta muy bien su labor de maloso. Sobre todo porque hablamos de alguien con un físico impresionante (¿Conan?) y que puede competir en igualdad de condiciones con Stallone. Bueno, tiene ventaja por la edad, todo sea dicho.

Ofrece, por otra parte, las dosis de acción justas para salir satisfecho. No en plan Bourne, que parece que la saga protagonizada por Matt Damon es la guía a seguir en el género de acción actual, pero sí más o menos a la antigua usanza. Incluso Sylvester Stallone, con casi setenta años, todavía parece que tiene cuerda para rato (eso sí, de correr no le pidamos mucho que parece más bien Robocop).

Pero también están los “peros”. Algunos muy grandes y que hicieron que me moviese y removiese en la butaca. El actor que acompaña a Stallone está para prohibirle hacer cine el resto de su vida. Horrible, en serio. Un cara cartón inmutable que es casi capaz de cargarse la película él solito. Y es que Walter Hill ha querido hacer una película como las de antaño, aunque realmente nunca se han dejado de hacer. Una buddy-movie donde un delincuente/ asesino tiene que estar junto a un policía y acabar enfrentándose en cuanto a sus caracteres. Pues no, ni Stallone llega a hacer demasiada -o ninguna- gracia con sus diálogos, frases o intentos de gags, ni su compañero le sigue el juego en ningún momento. Desde luego es la parte en la que más se resiente la película y con diferencia.

Una Bala en la Cabeza -reencontrándonos con Walter Hill

Durante 92 minutos se puede disfrutar de nuevo de uno de los grandes directores del género de acción. Olvidado injustamente pero que parece que si le diesen la oportunidad -ojalá no se quede todo en esta película- todavía tendría mucho que decir. Como he comentado en párrafos anteriores, la película no es una maravilla -hay que ser justos y eso se ve a  primera vista-, pero sí tiene algún momento medianamente memorable y que hace que su visionado pueda ser más disfrutable por los seguidores de la acción de los años ochenta.

 

Fdo: Snake   

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