Revista Economía

Una, grande, libre y loca peligrosa.

Publicado el 07 septiembre 2017 por Torrens

Hace tiempo que pienso que este país tiene una incapacidad absoluta para solucionar problemas graves como el de Catalunya.

Hace un montón de años leí un libro que se titulaba “Colonial Games”, del que no recuerdo el nombre del autor, que analizaba los poderes coloniales europeos hasta el inicio del siglo XX, desde el punto de vista de la gestión de los países colonizados, los beneficios y perjuicios que se derivaban del hecho de ser colonizados por unos o por otros. En general todos los poderes coloniales actuaban como a tales, es decir, invertían lo mínimo en la colonia y extraían al máximo, pero cada uno aportaba algo peculiar, los británicos desarrollaban al máximo las rutas y centros comerciales, los franceses aportaban sus sistemas en educación y cultura, los alemanes mejoraban el funcionamiento interno de la colonia mediante la disciplina y la obsesión por la eficacia, etc.

Como era de esperar la calificación que el libro daba al imperio español era desastrosa llevando el principio colonial de mínima inversión y máxima extracción a niveles de locura, y como única aportación mencionaba la religión católica, con demasiada frecuencia impuesta a sangre y fuego. Pero lo que peor calificaba el libro era el proceso de descolonización que siempre seguía el mismo patrón absurdo y estúpido. En cuanto se iniciaban los intentos de independencia se producían sucesivos baños de sangre de los rebeldes con negación absoluta de cualquier posibilidad de negociación, hasta que finalmente, y después de uno o varios baños de sangre, esta vez imperial, el imperio abandonaba la colonia a toda prisa.

En estos últimos años me he acordado montones de veces de los comentarios del libro sobre los procesos de descolonización del imperio español, porque lo que está ocurriendo ahora en relación con Catalunya es prácticamente la misma estupidez absurda, de momento sin baños de sangre pero con el todo vale contra Catalunya excepto negociar y solucionar problemas, las cloacas del Estado, la pocilga mediática y las actuaciones del Poder Judicial al servicio del Imperio.

Desde que, gracias a Aznar y Rajoy, estalló el independentismo que hasta entonces había sido casi inapreciable, el PP, tanto desde la oposición como desde el gobierno ha hecho lo posible para empeorar el problema cada día más en vez de darle solución.

La desastrosa sesión del Parlament de ayer miércoles 6, no se habría producido si desde la primera vez que Rajoy se reunió con Artur Mas en septiembre del 2012 para intentar dar solución al inicio del problema creado por la liquidación del Estatut del 2006 por un TC a instancia y a las órdenes del PP , en vez de darle con la puerta en las narices y pegarle una puñalada trapera criticándolo duramente y a traición cuando ya había transcurrido más de un mes de la reunión, Rajoy hubiese simplemente iniciado una negociación sin compromiso previo encaminada a la solución del problema creado por el propio Rajoy y su partido, y no habríamos entrado en la loca espiral de los últimos cinco años en las relaciones Catalunya-España.

Aunque muchos periodistas de la pocilga mediática culpan a ambos Puigdemont-Rajoy, o incluso solo a Puigdemont, de la falta de dialogo la realidad es que el único responsable es Rajoy. Tanto Mas como Puigdemont han pedido repetidamente el iniciar una negociación sin condiciones previas mientras en las pocas ocasiones en que Rajoy planteó un cierto diálogo siempre ha puesto la rendición incondicional previa como condición inevitable.

Hace mucho tiempo que estoy convencido que el PP ha creado el problema y lo ha empeorado todo lo que ha podido hasta llegar al choque institucional a propósito y de manera planeada porque esta irresponsable manera de actuar le ha dado millones de votos de la estupidez española que vota al más corrupto de los partidos solo porque es el que peor trata a Catalunya. La catalanofobia es una de las características que conforman la inmensa estupidez española, porque o bien no saben porque nos odian o nos odian porque hablamos otro idioma y tenemos otra mentalidad, lo que hace el asunto todavía más estúpido.

Quizás el error de Catalunya ha sido no montar una organización terrorista que asesine cerca de mil españoles como hizo ETA, porque la idiotez española castiga al dialogante y pactista mientras al terrorista le da todo y más, antes y después de dejar las armas, y encima acaba poniéndoselo de ejemplo al pactista cuando este ya se ha hartado de que le tomen por imbécil.

Por cierto, más pruebas de locura hispana. La Guardia Civil no tiene suficientes efectivos para gestionar la seguridad del aeropuerto de El Prat por lo que tienen que encargárselo a EULEN, y están demasiado ocupados para coordinar información con los mossos en la lucha antiterrorista, pero si los tiene para poner cerco permanente a una imprenta en Constanti (Tarragona) porque sospechan que están imprimiendo para el referéndum. Ni a los de Monty Python se les hubiese ocurrido un gag como este.

¿Cómo no vamos a querer largarnos cuanto antes de esta casa de locos de atar?.

Adjunto una foto del inicio de la Operación Catalunya, cuando Rajoy pedía una firmita contra Catalunya. Como diría Piqué, contigo y ahí empezó todo.

UNA, GRANDE, LIBRE Y LOCA PELIGROSA.


UNA, GRANDE, LIBRE Y LOCA PELIGROSA.

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