Una introducción a las contracciones de braxton hicks

Durante un embarazo. Las mujeres solemos sufrir diferentes tipos de contracciones. Las más conocidos son las del parto. Aunque estas solamente se dan en el último momento. Las contracciones de Braxton Hicks, las estaremos sufriendo durante gran parte del embarazo y nos ayudan en la preparación de nuestro cuerpo.

Braxton Hicks

Como su nombre indica se trata de contracciones. El musculo uterino hace un movimiento que tienen como repercusión, el endurecimiento del abdomen y la contracción del utero. Este el movimiento básico cuando vamos a dar a luz, para presionar al bebé y que le resulte mucho más fácil salir.

Las contracciones de Braxton Hicks, podemos decir que son como el entrenamiento antes del parto. Además de ayudar al bebé a irse colocando en su posición correcta para la expulsión. Se encarga de entrenar a los músculos responsables del parto.

Este tipo de contracciones aparece muy pronto en el embarazo, alrededor de la semana 6 del embarazo. Aunque en esta fase, son de muy poca intensidad, con lo que no las vamos a sentir.

Será a partir de la semana 20 cuando algunas embarazadas, comienzan a notar un poco las contracciones. Y con el paso de las semanas, irán aumentando su intensidad. Durante estas semanas, serán totalmente irregulares, sin ningún criterio. Además solamente produciran una molestia.

Será según se acerque el parto, en las últimas semanas del embarazo, cuando la intensidad y la periodicidad de las contracciones sea mayor.

En los últimos días, estas son las responsables de lo que se conoce como el pre-parto. Ayudando a ablandar el útero, y en algunos casos hasta comienza la dilatación (pequeña) unos días antes del parto por las contracciones de Braxton Hicks.

¿Cuando estoy de parto?

Muchas veces, tenemos miedo, de no saber si es una contracción de Braxton Hicks, o ya es de parto. Debemos aprender a diferenciarlas. Independientemente de cuales son, en el caso de que tengamos más de 4 contracciones en una hora, debemos ir al hospital. Como yo siempre digo, es mejor prevenir que curar.