Revista Cultura y Ocio

'Una lectora nada común', de Alan Bennett

Publicado el 16 diciembre 2013 por Carm9n @Carmenyamigos
'Una lectora nada común', de Alan Bennett  
   - Encargar A la caza del amor y Amor en clima frío, de Nancy Mitford, publicados en Libros del Asteroide.
    - Buscar en las estanterías de casa algo de Anita Brookner. Me suena que debe haber algo de ella en inglés.
    - Ver posibilidad de leer algún libro de Ivy Compton-Burnett. Estas son las tareas que me he encomendado nada más acabar de leer Una lectora nada común, de Alan Bennett. Las dos primeras ya están listas. Los libros de Nancy Mitford están de camino y he encontrado en casa Visitors, de Anita Brookner, en un edición de Penguin Books. Y, por cierto mirad lo que se puede leer en la portada y la contraportada... " Anita Brookner is a modern Jane Austen." 
   Independent 
"Like Jane Austen, this novelist works on a little square of ivory rather than a broad canvas... Like Virginia Woolf, her aim is not to draw characters in the round, but to reveal psychological reality in the deep."
"Al igual que Jane Austen, esta novelista trabaja sobre un pequeño trozo de marfil en vez de un gran lienzo... Al igual que Virginia Woolf, su objetivo no es diseñar personajes por encima sino revelar la realidad psicológica de fondo."  
   The Times
Como ya os habréis imaginado, la invitación a leerlo ha sido gustosamente aceptada. En cuanto a la tercera tarea, Ivy Compton-Burnett está bien situada en cuanto a época y estilo. Ahora tan solo me queda por decidir por cuál de las tres novelas de la autora que tiene publicadas Lumen me decido... Como veis, este curioso engranaje de libros sobre libros no deja de funcionar y va marcando en gran medida el devenir de mis lecturas. El dejarse llevar por él en este discurrir errático, alejado de compromisos de distinto tipo, convierte el ya de por sí placentero acto de leer en una especie de aventura de incierto destino.
'Una lectora nada común', de Alan Bennett Alan Bennet, del que ya he tenido el gusto de leer La dama de la furgoneta y Dos historias nada decentes, ha vuelto a mostrar y demostrar aquí el porqué es uno de los autores más queridos y respetados en Inglaterra. Él representa en sí mismo la esencia British: la elegancia, el humor, los temas,... Porque no me digáis, si no, que no es British hasta la médula el colocar como protagonista de su historia a la propia Isabel II. Y lo hace además, con estilo, gracia y sentido del humor. Un Sir como Bennet no podía haberlo hecho de otro modo.  
En Una lectora nada común, el autor nos va mostrando la evolución que experimenta la Reina bajo el efecto de la lectura. Ya a tardía edad, "Soy una  opsimatis", descubre la vida encerrada en los libros y a través de ella cambia la suya propia. Desde el momento en el que descubre en los límites de palacio, junto a las cocinas, la biblioteca ambulante de Westminster y se lleva su primer libro la Reina sufre un cambio inevitable. Su faceta de Reina, acaba pareciéndole una mera farsa, una representación, vana, insulsa y sin sentido.
Los asistentes, el consejero principal, el primer ministro, sus sirvientes, incluso sus perros, no acaban de entender ni de ver con buenos ojos esta afición egoísta de la Reina. La Reina ha cambiando, ha dejado de ser la misma. Es al mismo tiempo más real-  más cercana y humana- pero mucho menos real, menos protocolaria e inexpresiva, menos profesional.
Y este cambio paulatino lo hace gracias a la lectura de clásicos en lengua inglesa principalmente, Jane Austen, Henry James, George Eliot- a los que acaba aprendiendo a valorar-Shakespeare, Samuel Pepys, las antes mencionadas Ivy Compton-Burnett y Nancy Mitford, Anthony Trollope, Thomas HardyDylan Thomas, Philip Roth, Ian McEwan,..., algún clásico de la literatura francesa, Proust, Balzac,... y, bien es verdad, ni un solo clásico de nuestras letras hispanas que tanto deleite habrían proporcionado a la  Soberana.
Una lectora nada común es- gracias Marisa G. por la recomendación- una encantadora lectura, ingeniosa, simpática, elegante, y una delicia para los amantes de la literatura- de la buena, digo- para los bibliófilos, para los sufridores de esta bendita devoción libresca.   
"A los libros no les importaba quién los leía o si alguien los leía o no. Todos los lectores eran iguales, ella incluida. La literatura, pensó,  es una mancomunidad, las letras, una república."

Pues eso. ¡Viva la república!
'Una lectora nada común', de Alan Bennett
 

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