Revista Salud y Bienestar

Una maña en Irlanda [Entrevista]

Por Opticaporlacara @opticaporlacara

En esta nueva entrevista hablamos con Ester Martínez Gómez, una óptico-optometrista de la cosecha del 88, como el que escribe, y graduada hace poquitos años, en 2010, por la Universidad de Zaragoza. Ester decidió irse a Dublín (Irlanda) a trabajar en algo relacionado con la óptica y la optometría, y con esta entrevista pretendo que conozcamos mejor su experiencia y saber como se desarrolla la optometría en otros países. En el caso de Irlanda, donde hay 754 optometristas colegiados para 4 millones y medio de habitantes, el modelo de optometría es muy parecido al de los países vecinos que conforman el Reino Unido con marcadas diferencias con respecto a España, por lo que muchas veces es común que se alaben muchas de sus virtudes, junto con las del modelo estadounidense.

¿Estás interesado en ejercer como optometrista fuera de España? ¿Tienes curiosidad por como es la optometría en otros países o por como nos tratan a los españoles por ahí fuera? ¡Sigue leyendo!

 La primera pregunta que se me ocurre es: ¿Por qué Irlanda? ¿Qué te llevó a decidirte por este país?

— Me fui a Irlanda por amor, mi novio hizo las prácticas de su grado superior en Dublín y tras acabarlas, la empresa decidió contratarlo como trabajador. En ese momento yo no tenía trabajo y me arriesgué a probar suerte con él. ¡Para nada me imaginaba que acabaría trabajando en una óptica irlandesa!

— ¿Cuánto tiempo estuviste trabajando allí? ¿Tienes pensamiento de volver o te gustaría quedarte en España?

— En Irlanda estuve trabajando casi desde que llegué hasta la semana anterior de volveme a España, unos dos años y medio. A día de hoy, yo diría que ya he tenido suficiente, mi idea principal es quedarme en España, seguir formándome y sobre todo estar cerca de los míos, pero la vida da muchas vueltas así que nunca se sabe…

— ¿Cómo conseguiste el empleo? ¿Fue antes de viajar o una vez allí? ¿Cuál era tu función en la óptica? 

— Apenas tuve tiempo de mirar nada antes de marcharme, ya que la decisión de irme fue cuestión de días. Una vez allí y tras dejar muchísimos CV´s en diferentes establecimientos (bares, ópticas, tiendas..) tuve la suerte de conseguir una entrevista y un puesto de trabajo en una de las ópticas de la cadena Specsavers. Mis funciones en la óptica fueron varias, en principio empecé como “optical assistant” (asistente de óptica y lo que ello conlleva), desempeñé funciones de “dispensing optician” y algunas de “duty manager” (responsable de tienda).

Los asistentes de óptica son como los vendedores, se encargan de recibir a los clientes, vender, pedir lentillas, atender al teléfono, enseñar a los usuarios de lentes de contacto a ponérselas y quitárselas, ajustes, etc. No se requiere ninguna titulación o experiencia para esto.

Un dispensing optician (dispensador óptico) es como un óptico (optician) pero no entra al gabinete y está más enfocado en la parte física de la óptica. Para esto sí se necesita una titulación universitaria, que si no me equivoco es de tres años, y algunos pueden hacer adaptaciones de lentes de contacto. Han de tener un conocimiento de la geometría de las lentes ya que son los encargados de solucionar problemas de inadaptaciones. Por ley, junto con los ópticos, son los únicos que pueden vender y adaptar gafas a niños menores de 16 años y han de comprobar todas las distancias interpupilares y alturas tomadas por los vendedores.

Y por último estaría el Optometrist, aunque realmente la mayoría de las veces los irlandeses se refieren a estos como “Opticians”. En este caso se trata del profesional que única y exclusivamente se encarga de graduar, adaptar lentes de contacto y remitir al paciente a la consulta del oftalmólogo si fuera necesario. Digamos que está más enfocado al tema de refracción y patologías.

«En Irlanda es obligatoria una revisión anual para poder comprar lentillas, y una cada 2 años en el caso de las gafas»

— ¿En qué sitios puede trabajar realmente un óptico u optometrista en Irlanda? En cuanto a las ópticas, ¿son parecidas a las españolas? ¿Son habituales las ofertas en los locales? ¿La publicidad en los medios de comunicación es tan agresiva como en España?

— Puede trabajar tanto en establecimientos ópticos como en clínicas privadas (no estoy segura si pueden en hospitales). El óptico puede estar contratado por la óptica o puede ser autónomo y trabajar para diferentes empresas eventualmente.

Si entendemos la óptica como comercio sí que es parecida a las españolas, es decir, el óptico hace una recomendación pero luego esa recomendación ha de convertirse en una venta y dinero para la empresa. Las ofertas son habituales tanto en tienda como en los medios. En Irlanda el mercado está dividido entre dos grandes cadenas (Specsavers y Vision Express) y pequeñas ópticas, quizá por ello al no haber tanta competencia la publicidad no es tan agresiva.

— ¿Cuáles son las diferencias más notables con respecto a España a la hora de ejercer la profesión en Irlanda? Háblanos de las ventajas que más nos puedan llamar la atención a los españoles. En cuanto a inconvenientes, ¿hay algo que no te gustara o que cambiarías del modelo irlandés?

— La verdad es que el modelo irlandés es muy completo. En Irlanda el óptico tiene mucho conocimiento sobre patología, fondo de ojo y farmacología, pudiendo emplear en la práctica clínica fármacos como ciclopléjicos, midriáticos o anestésicos. Los estudiantes han de hacer muchas horas con ópticos seniors (aquellos con más de 5 años de experiencia) y una vez se es óptico o dispensador ejerciente es necesario mantener una serie de puntos anuales (cursos, charlas..) para poder seguir ejerciendo.

En el modelo irlandés sólo los ópticos y dispensadores tienen autoridad para vender gafas a personas menores de 16 años y están obligados por ley a comprobar las graduaciones y medidas antes de que el paciente se lleve la gafa. Otra de las diferencias es que en Irlanda es obligatorio graduarse cada 2 años si quieres comprar gafas o revisar las lentes de contacto cada año si quieres llevarte lentes de contacto. Está totalmente prohibido dispensar gafas con graduaciones antiguas y sobre todo vender lentillas si no se tiene una revisión actualizada. El óptico es el que decide hacer posibles excepciones.

También, al contrario que en España, los ópticos pueden realizar los exámenes visuales para obtener el carnet de conducir.

— ¿Crees que la optometría es una profesión respetada y valorada por la sociedad irlandesa? Si es así, ¿a qué crees que se debe?

— ¡¡Sin duda!! Yo creo que hay dos factores clave que hacen que la profesión esté tan valorada. El primero, y más importante, es que el óptico trabaja conjuntamente con el oftalmólogo. Los pacientes pasan primero por las ópticas, si el óptico encuentra alguna patología está obligado a remitir al paciente al hospital. Otro de los factores es que en Irlanda se cobra por cada revisión. Esto es algo que debería implantarse en España ya que la mayoría de las veces el óptico hace un trabajo importante y al no cobrarse por ello le estamos quitando importancia y el paciente no lo valora porque es “gratis”.

«En Irlanda es necesario mantener una serie de puntos anuales (mediante cursos, charlas…) para poder seguir ejerciendo»

— Yo soy de los que piensa que siempre es bueno “importar” ideas útiles de otras zonas del mundo, como forma de mejorar y poder demostrar que nada es imposible. ¿Ves necesario o estarías de acuerdo en implantar algunas de las acciones que nos has contado anteriormente, o aun así crees que sería misión imposible en nuestro país porque “Spain is different”?

— ¡¡Totalmente necesario!! Conocer el modelo irlandés me ha hecho ver que el español tiene muchas carencias. Sería necesario, como ya he dicho antes, que el óptico cobrara por los servicios prestados y que, sobre todo, trabajara de la mano del oftalmólogo.

Cambiar el modelo español es difícil ya que muchos oftalmólogos no son reacios a esto y además la población no ve bien el que se cobre en las ópticas por “mirar la vista”, pero esto no significa que sea imposible. Sería necesario concienciar a la población española de la labor del óptico-optometrista y llegar a un acuerdo con Sanidad para el trabajo conjunto.

— Una que nos da mucho miedo a los españoles: ¿Qué tal se te daba el inglés allí? Especialmente a la hora de trabajar, ¿Te entendías bien con los pacientes? ¿Te ayudaban al saber que no eras de allí? ¿Tenías buen nivel de inglés antes de llegar o crees que mejoraste mucho tras las primeras semanas allí?

— En mi caso yo no tuve apenas problemas ya que he vivido anteriormente en otras ciudades del Reino Unido. Aun así me costó unas semanas hacerme con el acento de Dublín, pero obviamente mi fluidez y vocabulario fue creciendo a medida que pasaban los meses; de hecho ahora cuando hablo en inglés hablo con acento dublinés. Por otro lado, yo nunca noté que me hablaran más despacio por no ser de allí.

Si se quiere trabajar de cara al público es muy importante llevar una base de inglés ya que será más fácil encontrar trabajo y sobre todo comunicarte con los clientes en situaciones difíciles.

— Aparte de la familia y de la tortilla de patatas de tu madre… ¿qué más cosas se echan en falta viviendo lejos de nuestro país?

— ¡En ese sentido Spain is different! España es un país muy completo en ocio, cultura, gastronomía, clima….echaba de menos un poquito de todo. Todo eso en Irlanda es bastante caro y más limitado. Seguramente si hay algún Irlandés que lea esto se enfade pero España es mucho más divertido que Irlanda, yo diría que hay más cosas para hacer, pero es que la tierra llama mucho…

— ¿Qué ha supuesto para ti esta experiencia en el ámbito profesional y personal?

— ¡Lo ha supuesto todo! Ha sido una experiencia única y enriquecedora. En el ámbito profesional he cogido mucha experiencia, he visto multitud de casos y me han servido para desenvolverme con facilidad en situaciones difíciles o incómodas con clientes. En lo personal ha sido todo un reto, una aventura que jamás pensé que llegaría hasta donde llegó. Se madura mucho al estar lejos de casa y esto te ayuda a darte cuenta de lo que realmente vale la pena. También he conocido a gente estupenda la cual me hubiera gustado llevármela en la maleta.

¡No tengáis miedo de vivir una aventura como está!

«En España se debería cobrar por los servicios prestados y trabajar de la mano del oftalmólogo»

— Por último, una pregunta más dirigida a los ópticos-optometristas españoles que estén interesados en trabajar en Irlanda. Dadas las diferencias entre España e Irlanda, nuestro título universitario no nos permite ejercer allí como “optician/optometrist”. Sabiendo esto, ¿qué necesita hacer o tener un español que quiera ejercer como “optometrist”, o como “dispensing optician”, en Irlanda?

— Sobre todo mucha paciencia. Adaptar el título español es un proceso lento y costoso. Tanto para ser óptico como para ser dispensador óptico el proceso es el mismo pero las tasas y exámenes son distintos.

El primer paso es hacer una preinscripción, para ello se necesita reunir:

-    Programa detallado del plan de estudios

-    Copia compulsada del título

-    Copia certificada del Pasaporte

-    Carta del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España

Todos estos documentos han de estar traducidos al inglés por un traductor jurado (unos 1500€) y compulsadas por la Universidad junto con los originales. En el caso de la carta del Colegio es para acreditar que estas en plenas facultades para desempeñar tu función como óptico/dispensador

Una vez enviadas al Optician Board (Colegio de Ópticos de Irlanda) se recibe una carta concretando una cita con ellos. En esa cita repasan contigo todos los documentos entregados y es necesario pagar una tasa de 200€ para llevar a cabo la preinscripción.

Los miembros del Colegio evalúan los documentos acreditados (proceso que tarda unos 3-4 meses) y contrastan las asignaturas estudiadas, si consideran que algunas áreas no están cubiertas se tendrá que hacer un examen de ellas. En mi caso tenía que hacer 5 exámenes de baja visión, dispensación pediátrica, venta de lentes especiales, comunicación, prácticas supervisadas y un examen de inglés para valorar si tenía el nivel suficiente para trabajar como óptico/dispensador en Irlanda. Desde que te comunican esto hasta la fecha de examen suelen pasar unos 6 – 8 meses.

El precio de estos exámenes es de unos 800€. En mi caso yo intenté adaptar mi título español al de dispensador, pero para que os hagáis una idea los exámenes para adaptarlo a óptico (optometrist) es de unos 2000€.

Si se tiene suerte y se consigue terminar el proceso ya solo quedaría pagar la colegiación y ya podrías ejercer. Las cuotas como colegiado las desconozco ya que desafortunadamente yo no llegué tan lejos. Como veis, convalidar el título puede llevar más de un año y entre 2000 y 4000€ entre traducciones y tasas.

Si tenéis alguna duda, alguna pregunta o quereis más información sobre este tema, podéis escribir un comentario en el post o mandarme un email y yo os pondré en contacto con Ester.

Información útil (en inglés):

- Página oficial del “Optician Board”

- Preguntas frecuentes sobre la optometría irlandesa (diferencias entre optometrists, opticians y dispensing opticians y información variada sobre el registro en el Colegio de Ópticos)

- La vida de un estudiante de primer año de optometría en Irlanda

- Anuncios publicitarios de la empresa Specsavers:

https://www.youtube.com/watch?v=3KZeO5oc428

https://www.youtube.com/watch?v=VELQ39QAYP4

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