Revista Sociedad

Una marca maldita.

Publicado el 30 mayo 2016 por Tomarlapalabra

Hasta hace un tiempo la dictadura comunista de Cuba controlaba absolutamente la salida de los ciudadanos de la isla,…., tenía vigilado al rebaño. Con la eliminación del permiso de salida (para gran parte de la población), la misma dictadura -que ahora en lugar de ser comunista es una dictadura de mierda- le ha soltado la tarea de controlar sus diez millones de “posibles emigrantes” a los consulados en la Habana de los países libres.

Recientemente he conocido en detalles como lo hace el Consulado Español en la Habana. Me he propuesto traer a casa a un pariente cercano que vive en Cuba, por un período de un mes y he tropezado con unas ordenanzas y restricciones para el trámite que lindan con el absurdo y con la falta de respeto –no sólo al ciudadano cubano invitado- sino y sobre todo al ciudadano español que hace la invitación.

El papeleo es enorme, las trabas infinitas, los impresos y las instrucciones para cumplimentarlos, un desatino. Nada hay más parecido a un interés expreso de que se cometan errores que justifiquen, sin más, la denegación de la visa. Y esto jode mucho, porque uno ve a diario que cuanto imbécil español quiere ir a Cuba, a pasear, a trabajar, a putear o a comer mierda, lo puede hacer simplemente sacando su billete de avión. No importa que sea un drogata, un maleante o un muerto de hambre. Tampoco importa a lo que va, ni a donde va, ni el tiempo que estará en la isla, y todo esto sólo por su condición de ciudadano español, o sea, de primera clase.

Los turnos para presentar la solicitud de visa en la Habana sólo se hacen por internet y con mucha dificultad. Igual ocurre con las planillas necesarias, las instrucciones de llenado, todo. Al cubano que va al Consulado a preguntar algo, a solicitar una información, a pedir un turno, le tratan como a un perro. Solo falta que le escupan y que le pateen. Es indignante!!!!.

A ese pobre cubano que quiere visitar a su familiar en el extranjero le piden:

,- Pasaporte cubano en regla  (que es lo normal y debería ser suficiente)

,- Sesenta y pico de euros (no retornables) para tener derecho a solicitar el visado

,- Carta de invitación del pariente (necesariamente cercano) en España

,- Acta de Manifestaciones Notarial del que invita

,- Seguro médico y estancia del invitado por 30,000 euros.

,- Presentar al Consulado el efectivo (cheque u otra garantía de vida) que suponen podría necesitar para el período de la estancia autorizado (descontando alojamiento) y que para un período de un mes sobrepasa los 2,000 euros.

,- Inscripciones de nacimiento recientes del que invita y del invitado y de todas aquellas personas que estén relacionadas con el parentesco. Por ejemplo, para dos hermanos, exigen certificaciones de los padres.

,- Fotocopias compulsadas de documentos de identidad y propiedad (o arrendamiento) de la casa del que invita  y de los que en ella viven.

,- Certificaciones de buena conducta o empadronamiento del que invita.

,- Fotografías recientes del invitado con unas condiciones requeridas

,- Reserva o pasaje del vuelo. Claro, antes ya tiene que estar bien definida la fecha de estancia que no podrá ser variada.

,- Las propiedades y activos del invitado en Cuba, carta de centro de trabajo y otra documentación que acrediten arraigo familiar y personal en la isla.

Ese que pretende viajar debe firmar también un documento donde acepta todos los castigos del infierno si intenta quedarse en el territorio visitado más del tiempo que le permite el visado. Al que invita, o sea al que vive en España y sólo quiere pasarse unos días con un familiar en su casa, costeándolo todo, a ese le amenazan: si el cubanito que viene se porta mal y quiere quedarse, a él le untan con mantequilla los guevos y se los ponen a fuego lento y después le meten varios años de cárcel por tráfico de personas.

En cualquier caso, el Consulado tiene la facultad de conceder o denegar el visado, según les salga a ellos de sus santísimos cojones. Y las reclamaciones o recursos si procedieran, a presentarlas en casa del carajo. ¿Quién podría ganar un recurso? ¿Qué costo y tiempo representaría?

No sé cómo será ahora para viajar a USA desde Cuba y siendo cubano. Claro, en ese caso y por el hecho de existir discriminación positiva en las leyes americanas respecto a ciudadanos cubanos, es normal que los controles para otorgar visado sean estrictos. Aunque paradójicamente esto resulte una contradicción.

Tampoco sé como es la cosa con Canadá, pero al parecer tampoco está muy fácil. Conozco a una persona en Cuba que tiene un hijo en Toronto y le han denegado dos veces la opción de visitarlo.

En Costa Rica, México y otros países de Centro y sur de América no sé cómo funciona esto. ¿Es más fácil?. Tampoco sé cómo será para viajar a Italia, Alemania u otros países europeos.

Ya sé que es un tema difícil y controvertido. Por una parte está el derecho de cualquier estado a protegerse contra oleadas de emigrantes indeseados. Pero esto choca frontalmente con otro derecho, tan cacareado en los países libres para sus ciudadanos, la presunción de inocencia. De hecho se presume que cualquier ciudadano cubano que desea viajar a España, con recursos propios o familiares y que cumple las normativas básicas, lo puede estar haciendo con una segunda y negra intención, quedarse en el país de destino. Al isleño se le presume “culpable” de algo que en realidad no ha hecho y que seguramente no tiene intención de hacer.

Para el caso cubano ni siquiera existe el peligro del extremismo, del terrorismo o de otras plagas mundiales que obligan a tomar medidas excepcionales en occidente. Nada de eso, la emigración histórica cubana ha sido tranquila y mayoritariamente se ha adaptado a las normas y leyes de los países donde se ha radicado. Pero es que además es injusto suponer que una persona que legalmente solicita en la Habana una visa temporal como turista puede ser considerado, sin más, un peligro potencial para el país al que desea viajar.

Y más, si los ciudadanos de ese país libre (al que quieren ir) disfrutan de todas las posibilidades de entrar y salir a gusto en Cuba. Y aún más asombroso, si hablamos de dos países, España y Cuba, con “magníficas” relaciones diplomáticas y comerciales. Demasiado “magníficas” que diría yo.

Es más justo y razonable que España deporte inmediatamente a todo aquel que incumpla los compromisos contraídos al solicitar la visa de estancia temporal, a que niegue la visa de antemano a uno honesto que realmente quiere venir de visita y por un período programado.

Todo esto es una secuela más y dolorosa de lo que ha dejado tras de sí el proceso cubano. ¡Hasta cuando estaremos marcados!…… Propongo un debate serio sobre el tema que nos afecta, directa o indirectamente, a todos los cubanos y a nuestras familias en Cuba. ……. Muchas gracias. 

Catalán.

España


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