Revista Diario

Una mirada que no tiene precio

Por Sandra @sandraferrerv
Esta tarde han llegado los Reyes Magos al colegio de mi hijo mayor. Estaba nervioso, expectante, con su carta en la mano, apretándola fuerte, mirando a un lado y otro sin saber muy bien lo que buscaba. Ha oído hablar de los Reyes en muchas ocasiones. El año pasado los vio en la cabalgata pero sólo tenía dos años y ya no se debe acordar. Cuando ha empezado a sonar la música y han aparecido tres señores altos con largas melenas, abrigos extraños y coronas en su cabeza, no pestañeaba. Sus grandes ojos no podían estar más abiertos, clavados en aquellos tres reyes fuentes de infinitas ilusiones.Todos los enfados, temores, cansancios, inseguridades que a veces provoca el papel de madre se borran de un plumazo cuando ves la felicidad en la cara de tu hijo.

Volver a la Portada de Logo Paperblog