Una noche con Corta el cable rojo

 (@cortacablerojo)

No es que suela salir los lunes por la noche con la leoparda de @merijus_25. Y menos arreglado, o con pretensión de estarlo. Uno llega hasta donde llega.
Ella, sin embargo, iba tan guapa como siempre y llevaba una sonrisa de oreja a oreja pintada en el rostro, de modo que me la pegó ya antes de entrar en la Chocita del Loro de Gran Vía. Era la primera vez que ella iba y yo la notaba con ganas, y que fuera conmigo hacía preciosa hasta la noche de un lunes.
Para mí no era la primera vez, ya había estado con @_Angelus_Casus viendo al genio de Santi Rodríguez. Lo curioso es que las dos veces había sido gracias a eso que muchos llaman azar y que yo llamo Twitter. O más bien, retuitear todos los sorteos que veas.
Porque sí, porque si quieres que te toquen cosas, ir a sitios especiales o sobrevivir en este mundo sin tener un duro tienes que buscarte las habichuelas. Y en Twitter hay muchas. Tan sencillo como hacer un follow y un RT.

- Hola, buenas noches, venía a la función de esta noche, que he ganado un sorteo por Twitter.
- ¿Tu nombre?
- @Pnyxis.

So easy... De modo que allí estábamos, mesa para dos, centrada, ni muy lejos ni muy cerca del escenario, bien sentaditos y dispuestos a reírnos... Y vaya lo que nos reímos con Carlos Ramos "el padrino" (@SoyCarlosRamos), Salomón "er del sur" (@xalomon) y José Andrés (@jandrescomico) "el bajito". Los apelativos son míos, con cariño eh.
No sirve de mucho que cuente las cosas que dijeron porque se las inventaron en el momento y la semana que viene dirán otras totalmente distintas y me maniataron y pegaron hasta que eliminé todo lo que grabé. Lo que sí puedo contar es que tuvieron que interpretar una historia que se iban inventando en el momento en varios estilos diferentes que sugirió el público (zarzuela, anime, telenovela o hasta barroco terrorífico...). O el juego que hicieron de decir cosas que nunca podrías hacer en determinados sitios o frases que nunca diría a saber qué personaje histórico o de ficción. ¡Y lo que no cuento!
En definitiva, una noche hilarante en la que no acabé el espectáculo en el suelo porque tenía una mesa delante. Y poco más que pueda decirte, simplemente ve y pruébalo por ti mismo. No es muy caro y si no... siempre nos quedarán los sorteos de Twitter.
A la salida ella tenía una sonrisa todavía más grande que cuando entró. Y eso no tiene precio... aunque a mí me saliera gratis ;)
Terminaré diciendo que en caso de duda no dudaré en cortar el cable rojo.