Una noche con Jet Boy

Hoy es miércoles. En la calle, frío. En la tele, fútbol. Y en el Serjos de Monzón, rock. No hace falta elegir. Volvemos al escenario del pasado sábado, en esta ocasión, para ver a Jet Boy. La banda de San Francisco, con más de 25 años de historia, ha cruzado por primera vez el océano para conquistar Europa.

En una época de fusiones de estilos y de búsqueda de innovaciones musicales, a veces te das cuenta de que la esencia está en lo clásico. En el sonido distorsionado, pero claro. En la voz rota, pero clara. Hoy es miércoles, y Jet Boy ha vuelto a despertar nuestro lado más rockero.

Más de hora y media de pura potencia.

Ahí están, una intro da la entrada a la banda, se suben al escenario y empiezan los primeros acordes de “Dogs Gotta Roam”, explosión y potencia ante los que aquí estamos reunidos. “Heavy Chevy” nos traslada a épocas pasadas, aquellas en las que el Rock era una forma de vida, forma por cierto muy bien llevada por la banda, renovada si, pero con el mismo espíritu, y con una gran conexión entre el nuevo cantante, DK Revelle, y el público. Su voz recuerda en ocasiones a una tal banda australiana, pero con su espontaneidad y la del resto de la banda nos tienen conquistados.

Suenan clásicos como “Crank it Up”, “Evil”, “Stomp it Down” y “High Hear”, llevándonos a todos los que estamos allí ha un estado eufórico superior, y es que las bajadas del cantante y el guitarrista al publico crean una orgía rockera como las de antaño. “Ready to Rumble” y “Feel the Shake” son los últimos clásicos en sonar, al menos de momento. Nos lanzamos a por los bises todos a una, y la banda sube para regalarnos una tanda de versiones. “Nice Boy”, versión de Guns N Roses, es un caramelo, y Jet Boy nos lo da para volver a tocar techo otra vez más. Todo acaba ahí, o no…Y es que la multitud se lanza al típico coreo de “Oeoeoeoeoe”, las paredes tiemblan, y Jet Boy ante el calor que sale de la pista se sube de nuevo en un inesperado segundo bis para terminar con una versión de Kiss sencillamente perfecta.

Simplemente, Jet Boy.

Todavía exhaustos por el desgaste sobre las tablas, DK Revelle, Billy Rowe, Fernie Rod, Jesse Mendez y Jes Reckless, comparten con nosotros las sensaciones tras el concierto. “Venimos de tocar hace dos meses en grandes festivales en EE.UU, con artistas de la talla de Scorpions, y esto es diferente. Nosotros siempre decimos, salas pequeñas, corazones grandes”.
No tarda en surgir la pregunta sobre el cambio de cantante. “¿Mickey?, ¿quién es Mickey Finn?” (risas). Fernie y Billy, almas mater de la banda, reconocen que tras el parón entre 1994 y 2005, pensaban que todo esto se acababa, pero con la llegada de DK, quieren seguir rodando e incluso se plantean la posibilidad de volver a grabar en estudio.
Antes, completarán una intensa gira que les llevará por nueve ciudades españolas, Portugal, Italia, República Checa y Alemania.
En cuanto a si su estilo está desfasado, afirman “que el rock gira continuamente. La música no se piensa, sale sola. Lo tienes o no lo tienes. Esa es la vida de Jet Boy”.
Con cierta melancolía, recuerdan la época en la que aparecían junto a nombres como Guns N´Roses. “Hubo un momento en el que ellos siguieron por un camino diferente, pero ese es un tema para otra entrevista”. De lo que sí están convencidos es de “que estamos en los pasos correctos para coger el tren que perdimos”. Good luck!!!.

(Crónica por Antonio Blázquez y Javier Román)