Revista Cocina

Una paseo gastronómico por La Provenza

Por Lagastroredactora @lauraelenavivas

Descubriendo

¡Aquí estamos de nuevo!

Después de unas merecidas vacaciones escribo again, y quiero volver contándoos un resumen de los descubrimientos gastronómicos que hice en mi viaje.

Primero tengo que empezar por el principio por supuesto, contaros en dónde estuve. Nos fuimos casi dos semanas al sur de Francia, recorrimos sobre todo la zona de La Provenza, una región hermosa donde el tiempo transcurre despacio y los sentidos se agudizan percibiendo todo lo que ofrece. En La Provenza conocí pueblos en los que ya me gustaría retirarme de mayor como Saint Remy, ¿sabíais que allí nació Nostradamus? yo no tenía ni idea.

Lo cierto es que entre sus muchos atractivos está la gastronomía, como sucede en toda Francia, y conocí alimentos y preparaciones a través de los que descubrí sabores nuevos para mí y que os recomiendo probéis si no los conocéis y tenéis oportunidad….

Sabores de La Provenza

El sabor que le dan las conocidas hierbas provenzales a la comida fue lo primero que descubrí; distintos pescados, como la dorada o la merluza, cocinados con ellas, tenían  un toque riquísimo, así como algunos quesos, aceitunas y embutidos que compramos un día para merendar en la playa, uno de los miniquesos de cabra tenía su superficie cubierta con hierbas provenzales, lo que hacía que su sabor fuese distinto. Lo mismo me sucedió con las olivas.

Merluza a las hierbas provenzales (mi primera cena)

Merluza a las hierbas provenzales (mi primera cena)

Picnic playero en Les espiguettes

Picnic playero en Les espiguettes

La Provenza también es una región en la que se crían toros y por ello muchas opciones para comer allí provienen del animal, como un salchichón y un chorizo que probamos.

Pero una de las cosas que más disfruté fueron los tapenades, los hay de cualquier tipo además del clásico hecho con aceitunas negras, nosotros nos trajimos a casa el de aceitunas verdes y otro con albahaca… ¡Están buenísimos!

Tapenades (los quería todos!!)

Tapenades (los quería todos!!)

Los helados por su parte eran impresionantes, y me llamó la atención la cantidad de heladerías que hay en todos los pueblos que visitamos… En dos o tres ocasiones comí (o sea, dieta cero!), y cuando el helado venía acompañado de un paseo por alguno de los pueblos me sentía en una estampa idílica. El sabor os aseguro era aún mejor. (Lo siento, se me olvidó la foto).

Probé una especie de embutido que no conocía, era un rollo de mousse de foie que estaba envuelto por una pieza de magret de pato, y venía ya cocinado, con lo cual solo había que cortar en láminas y comer. Lo conocimos ya no en La Provenza sino en Castres, región de Aveyron donde vive una amiga. El sabor era exquisito, una cosa totalmente nueva para mí.

Magret de pato relleno de mousse de foie

Magret de pato relleno de mousse de foie

Cena en casa de nuestra amiga :)

Cena en casa de nuestra amiga :)

Por último -no obstante, lo más importante- los quesos. Uff los quesos. Íbamos probando y uno era mejor que el otro. Pero es que nos fuimos hasta Roquefort, el pueblo en el que se produce el famoso queso azul. Pudimos visitar una de las casas que lo hace, Gabriel Coulet, que tiene una historia de más de un siglo (1872) y cinco generaciones de una misma familia al mando. Desde hace unos años permiten bajar de forma gratuita hasta las cavas naturales de roca caliza donde los quesos se maduran una vez elaborados durante un mínimo de tres meses a temperaturas muy bajas para tomar su característico sabor. Esta etapa es obligatoria para poder lucir la etiqueta con denominación de origen. En el momento en el que nosotros fuimos -tercera semana de agosto- ya los quesos no estaban en las cavas porque habían sido retirados de allí para iniciar la campaña de venta, pero igual fue interesante visitarlas.

Gabriel Coulet

Gabriel Coulet

El final de la visita era la tienda (siiiiiii!!!) y ahí me volví un poco loca, ofrecían tablas con pequeños trozos de varios de sus quesos para probar, y yo los caté y los volví a catar con bastante descaro :D. Bueno, también compramos un buen trozo del roquefort más fuerte, que ahora lo estamos disfrutando de a poco aquí en casa.

Los trozos de roquefort que me zampé

Los trozos de roquefort que me zampé

Y es que una parte importante del viaje fue la gastronómica. En Francia (o por lo menos en esta zona del país) además de las tiendas, el mundo culinario cumple un importante papel incluso en la vida social. Los mercados de comida son tradición una vez a la semana en los distintos pueblos y ciudades, la gente acude a comprar lo que le apetezca, los vendedores cuidan la presentación de sus puestos y ofrecen desde verduras hasta comida hecha, las personas aprovechan y se encuentran con conocidos y amigos, comparten un rato y se cuentan lo que acontece en sus vidas.

Mercado en Castres

Mercado en Castres

Mercado en Aigues-Mortes

Mercado en Aigues-Mortes

Lógicamente, como país vinícola que es, también ofrece muchos locales de vinos y fue toda una experiencia ir catando caldos. Yo no soy experta en el tema ni mucho menos, pero me gustó probar diferentes tintos y blancos, aunque tomé más rosado adaptándome a la costumbre que tienen los franceses de beber este vino como aperitivo.

De vinitos en Aix en Provence

De vinitos en Aix en Provence

Eso si, la parte mala con las comidas fue que íbamos con horario de cena española, o sea, tarde, y los franceses suelen ser estrictos con eso en los restaurantes, a partir de las 10 de la noche ya empiezan a cerrar cocina, y nosotros que llegábamos muertos de hambre después de todo un día de paseo y/o playa, sufríamos la búsqueda intensa de un local que nos diera de comer a las 10.30 u 11 de la noche. En varias ocasiones tuvimos que conformarnos con un bocata o una hamburguesa en un sitio de comida rápida. Aprendimos la lección… Pero si alguna vez tenéis la oportunidad os recomiendo muchísimo el sur de Francia, me he ceñido en este post a la gastronomía, pero es una región hermosa para unas buenas vacaciones. Os dejo una foto de ejemplo para finalizar. ¡Feliz fin de semana!

Usèz

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