Revista Diario

Una pequeña crónica de nuestro adiós a los Falsos Profetas

Por Julianotal @mundopario
Una crónica tardía pero necesaria. Necesaria no sé si para ustedes pero sí para mí porque con la despedida de Falsos Profetas se me fue un pedazo de historia.Los descubrí tardíamente, por accidente, y a través de Martín Elizalde con su maravillosa canción "Las luces de la autopista" que pasaron por Radio Nacional una tarde soporífera mientras acompañaba la tarde tomando unos mates. Sentí la necesidad de conseguir ese tema y anoté prolijamente (inusual en mí) el nombre de la canción y el cantante. Rastreaba por el google y por el youtube y, evidentemente, el tema estaba recién salido del horno y en youtube sólo me aparecía un mexicano Valentín Elizalde aunque, luego, en una tarea detectivezca logré descrifrar por Taringa que Martín Elizalde era, además, cantante de una banda de rock llamada "Falsos Profetas". Y descargué el album "12 canciones de amor para cuando seamos jóvenes"... y fue mi camino de ida.Con sus letras descubrí mi esencia, en cada letra me podía identificar sin necesidad de tergiversarla ni agregarle nada a ellas. Eran cosas que me pasaban, canciones de amores perdidos, imposibles, bañadas de nostalgias y melancolía. Reunían el espíritu del rock con la esencia tanguera del arrabal.El concepto de los falsos se resume en aquella canción de los Expósito "No va más": "Tomalo con calma, esto es dialéctica pura: te pasará tantas veces en la vida". Así era nomás.Y la despedida no podía ser de otra manera. Casi de manera surreal, en la sala Siranush comiendo una picada armenia con mi mejor amigo, con mi ex y el novio de mi ex. Y estábamos todos ahí porque nos unen sus letras, ellos musicalizaron nuestras vidas, nuestras experiencias amorosas.Arrancaba a sonar "Postales de Verano" y yo le confesaba a Gustavo "ésta es la canción que estoy viviendo ahora!", Claro, los encuentros casuales con la chica de tus sueños donde podés pasar una tarde inolvidable hasta que hay que volver a la maldita rutina, a la mundanidad, "nos asustamos y extrañamos al rebaño".  Y Laura replicaba "Ay sí, esa canción siempre te gustó, cuando me hiciste escucharlos me pusiste ese tema y...". los Falsos Profetas se preparaban para el siguiente tema y en medio del silencio pedí "Fijate, flaca" y Martín me señaló (en realidad señalando la nada) como dándome la razón: era la que seguía.Gustavo esperaba por su canción "Los demás", era la canción por la que empezó ese ritual. Y me puse a pensar qué arriesgado lo mío haberle hecho escuchar semejante canción aunque yo siguiendo mi lógica le había elegido la canción acorde para su momento sentimental. Y él captó la esencia, así cómo la captaba también Laura. Somos al fin y al cabo animales sensibles, la idiosincrasia del tango nos quema la piel, esa mística tan distante al carnaval del Brasil. Ya no podía más y dije "ni bien toquen "Tranquila corazón" me voy adelante, ya fue" y lo tocaron y me mandé y atrás mío mis colegas. Y dejamos atrás todo sin importarnos nada, como si fuéramos niños que corremos a ver cómo se despide un tren. Y el novio de Laura nos alcanzaba el vino, y trataba de estudiar nuestro comportamiento, como podíamos estar tan extasiados, eramos una mezcla de todo, de alegría, de nostalgia. Cantábamos las canciones casi de manera desgarrada, mientras agitábamos nuestras copas de vino. Claro, estábamos bastante ebrios. Gustavo vio a dos chicas en igual estado de trance y les confesó. "Las letras de Falsos Profetas es un tratado filosófico sobre el amor", la mina sonrío y asentó. Y lo es para nosotros. Al menos cómo entendemos el amor nosotros, tan lejano a la concepción actual donde todo se resume en un "me gusta" en Facebook o en si ella o él te leyó el mensaje de watsap y no te respondió. No, la filosofía profeta es más profunda, más pasional. Es arrojarle 20 huevos a la mujer de tu vida que se casó y que los amigos del marido te arrojen por el balcón. Es decirle al mozo cuando te pregunta " ¿Qué puedo ofrecerle?": "La quiero a ella de vuelta acá". Es sentir el rumor en los bares de que "ha vuelto el amor" y decirle atrás a esos nombres. Los Falsos Profetas fueron, son y serán parte de nuestras vidas. Nos fuimos los tres caminando por Palermo tambaleándonos sabiendo que habíamos vivido nuestro "Adiós Sui Generis"Una pequeña crónica de nuestro adiós a los Falsos Profetas

Volver a la Portada de Logo Paperblog