Revista Cocina

Una razón para empezar a tejer

Por Bizcochodechocolate @quintano

Una razón para empezar a tejer

Esta foto la publiqué en Instagram cuando estaba a punto de terminar mi primer cuello #marietateje


Lo reconozco, me ha dado fuerte lo de tejer. Casi adictivo diría yo, porque cuando se me acaba la lana y no tengo labor, tengo como ansiedad, jajaja...
Y todo empezó de la noche a la mañana, pero con un objetivo claro. No ha sido por el hecho de hacer algo bonito con las manos, ni por continuar la afición de mi madre y mi abuela por el punto. Tampoco porque mis hijas o yo llevemos algo hecho por mí.
No. La razón de empezar (y aprender) a tejer ha sido para dejar de utilizar tanto el móvil. Lo confieso, no me da vergüenza. Miro el móvil sin sentido la mayoría de las veces. Es un gran ladrón de tiempo, de mi tiempo. Siempre hay un whatsapp, o chequear Instagram o ver si he recibido un correo nuevo... Pero de verdad es necesario que haga esas comprobaciones cada 5 minutos? Yo misma me había dado cuenta que era un sinsentido, pero seguía cogiendo el móvil sin darme cuenta. Sobre todo por las noches, cuando ya estaba sentada en el sillón.
Así que necesitaba una actividad que tuviese ocupada mis manos, pero que me permitiese hablar con mi marido y ver la tele al mismo tiempo. Por lo tanto, no podía ser leer. Cuando leo me abstraigo de todo, desconecto del entorno.
Así que una tarde cogí un kit de We are knitters que los RRMM le habían traido a una de mis hijas el año pasado y que no la habíamos hecho mucho caso. Partía de cero, en mi vida había cogido unas agujas, y empecé a ver los videos que ellos tienen en su web. Hice y deshice varias veces, hasta que le cogí el 'tranquillo'. Y sin darme cuenta, hice un cuello para mi hija mayor. Pero tengo dos hijas más, así que compré más lana, y seguí con los cuellos. Mis hijas, mis sobrinas,...
El punto del derecho o del revés ya lo tenía dominado. ¿Habría que seguir probando, no? Lo siguiente, una bufanda de punto liso para mí (y otra para mi suegra que me tocó de Amiga Invisible). La tarde de Nochevieja me terminé un cuello negro de punto de arroz, que me encanta....
Y sí definitivamente se ha convertido en una adicción. Ya tengo seleccionadas a las siguientes "víctimas" que recibirán pronto una bufanda o cuello de regalo. Cada proyecto que inicio procuro que tenga algo nuevo respecto al anterior, para aprender puntos y técnicas nuevos. Tiene delito que siendo mi madre y mi abuela unas artistas de las agujas, yo haya recurrido a videos en Internet para aprender, aunque ahora las llamo para que me resuelvan dudas y me enseñen trucos.
Por supuesto, se está cumpliendo el objetivo inicial que motivó el empezar a tejer. Miro mucho menos de manera impulsiva el teléfono. Además, he descubierto que tiene otra utilidad. Puedo tejer mientras voy de copiloto en el coche, así no me duermo, cosa que agradece enormemente mi marido.
Por otro lado, reconozco que me relaja. Parece que al tejer todo a tu alrededor va al ritmo de las agujas (soy principiante, por  lo que mi ritmo es lento).
El problema lo voy a tener cuando ya no haga frio y no tenga sentido hacer bufandas...  quizá será el momento de saltar y tejer prendas diferentes: chalecos, chaquetas,... Se aceptan sugerencias!


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista