Revista Salud y Bienestar

Una sopa de letras #SegPac

Por Enferevidente @EnferEvidente
http://www.javesalud.com.co/javekids/jave-juegos¿Cuantas siglas o acrónimos aparecen en una historia clínica? ¿Entendemos tod@s los mismo al leerlos? ¿Hasta que punto pueden significar un riesgo para la seguridad del paciente?
Hace unos meses compartimos dos entradas sobre un tipo de error relativo a la confusión de nombre entre medicamentos bien por su escritura bien por su sonido (Errores LASA) y una estrategia denominada TallMan encaminada a evitarlos, pero seguro que algún que otro profesional ya cayó en cuenta del problema que hoy traemos entre manos.
El uso de siglas o acrónimos en el medio sanitario está muy extendido y suele justificarse por su supuesta "universalidad" (reconociendo el contexto específico) y la siempre invocada "falta de tiempo".
Desde que se empezó a trabajar en serio en los planteamientos de seguridad del paciente se ha prestado atención al problema que el uso de acrónimos representa buen ejemplo de ello es este estudio sobre errores de medicación debidos a su uso (1) publicado en 2007 por la Joint commision que ya desde antes creó y mantine una lista de abreviaturas "Not to use" (2).
Pero para responder a las preguntas concretas que plantemos al principio de la entrada y tomar conciencia de la importancia del problema en nuestro medio puede resultar muy útil la lectura de la tesis de Francisco Soto Arnáez "Análisis de la incidencia de riesgo de la utilización de acrónimos en la historia clínica digital en pacientes hospitalizados" (3) que ha llegado hasta mi gracias a @manyez.
Se trata de un doble estudio observacional que por un lado cuantifica y describe la presencia de acrónimos en 78 historias clínicas y su correspondiente prescripción de un hospital madrileño y por otro lado realiza un estudio descriptivo de la percepción de los profesionales sobre el riesgo del uso de los acrónimos y el uso que ellos hacen de los mismos incluyendo un pequeño test sobre casos reales de acrónimos empleados en sus historias clínicas.
En el estudio encontraron que, de media, en las historias estudiadas se había 39 acrónimos y todas tenían algún acrónimo incluido en las listas de uso desaconsejados. Los 201 profesionales que respondieron a la encuesta recordaban haber visto acrónimos en la historia clínica y más del 57% reconoció haberse equivocado al interpretar alguno... pero cada uno piensa que los usa menos que los demás y que se equivocan menos que los otros. De media sólo acertaron un 33.41% de los acrónimos sobre los que se les preguntó con diferencias significativas entre las categorías profesionales. Resalta en sus resultados esta frase:
Los médicos escriben mayor número de acrónimos que las enfermeras y, en general, las profesionales mujeres escriben mayor número de acrónimos que los hombres. También es mayor el número de acrónimos en los servicios médicos que en los quirúrgicos. El conocimiento por parte de los profesionales sanitarios de acrónimos registrados en la
historia es bajo ya que sólo un tercio los conoce correctamente.
Creo que merece la pena evaluar el cuestionario sobre “Análisis de la incidencia de riesgo de la utilización de acrónimos en la historia clínica digital en pacientes hospitalizados” para su empleo en estudios en otros centros y establecer un "nivel de riesgo" base antes de poner en marcha medidas para mitigar este error entre las que sin duda estará el empleo de listados "Not to use" como los señalados arriba o los otros ejemplos de listados de acrónimos a evitar citados en la tesis en cuestión:
*"Error-prone abbreviations, symbols and dose designations. NOT TO USE" de la  Agencia neozelandesa de calidad y seguridad HQSC (a)
*"List of Error-Prone Abbreviations, Symbols, and Dose Designations" del ISM (b)
* "Indicadores de buenas prácticas sobre seguridad del paciente" (c)
*Estandarización de abreviaturas, símbolos y expresiones utilizados en la prescripción y administración de medicamentos de la Comunidad de Madrid (d)
Porque como dice esta canción de Izal: "Darte cuenta del patrón será el factor más importante para ser capaz de imaginar y adelantarte al próximo revés para evitar así el desastre...o al menos intentarlo"

BIBLIOGRAFÍA

1) Brunetti L, Santell JP, Hicks RW. The impact of abbreviations on patient safety. Jt Comm J Qual Patient Saf. septiembre de 2007;33(9):576-83. [citado 26 de junio de 2016]. Disponible en: http://www.wapatientsafety.org/downloads/Brunetti_JCJQPS_2007.pdf

2) Glassman P. The Joint Commission’s «Do Not Use» List: Brief Review (NEW) [Internet]. Agency for Healthcare Research and Quality (US); 2013 [citado 26 de junio de 2016]. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK133373/
3) Soto Arnáez F. Análisis de la incidencia de riesgo de la utilización de acrónimos en la historia clínica digital en pacientes hospitalizados. 2015 [citado 26 de junio de 2016]; Disponible en: https://eciencia.urjc.es/handle/10115/13595

a) Health Quality & Safety Commission New Zealand. Error-prone abbreviations, symbols and dose designations. NOT TO USE. [citado 09 Mayo 2014]. Disponible en: http://www.hqsc.govt.nz/assets/Medication-Safety/Alerts-PR/Poster-error-proneabbreviations-not-to-use.pdf

b) Institute for Safe Medication Practices (ISMP). List of Error-Prone Abbreviations, Symbols, and Dose Designations. [citado 09 Enero 2015]. Disponible en: http://www.ismp.org/tools/errorproneabbreviations.pdf

c)Saturno PJ, Terol E, Agra Y, Fernández MM. "Construcción y validación de indicadores de buenas prácticas sobre seguridad del paciente. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo; 2008

d) Consejería de Sanidad, Servicio Madrileño de Salud. Estandarización de Abreviaturas, símbolos y expresiones utilizados en la prescripción y la administración de medicamentos de la Comunidad de Madrid. [Citado 26 de Junio 2016]. Disponible en: http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_Publicaciones_FA&cid=1354366536417&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstructura

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