Una técnica útil para trabajar sobre tu personalidad

Esta semana la actividad del blog empieza en martes porque ya sabéis que, de vez en cuando, me escapo de la rutina para desconectar de todo, incluso de escribir aquí. Creo que es algo sano, que me viene bien y que me ayuda a volver con las pilas cargadas.

Hoy me apetecía hablaros de un artículo que leí hace tiempo sobre autoconocimiento que señalaba la diferencia entre la forma en la que nosotros nos vemos y nos describimos a nosotros mismos (autoconciencia) y cómo lo hacen otros (la percepción de los demás). El artículo hablaba en concreto de una campaña que la marca Dove hizo sobre la belleza real y que creo que no deberías perderte (te dejo el vídeo más abajo). El caso es que al final aprendí que la diferencia entre el cómo nos percibimos y describimos a nosotros mismos y el cómo nos describen y perciben los demás, son los llamados puntos ciegos de la personalidad y que, cuanto más los conozcamos, más nos conoceremos a nosotros mismos y más fácil nos será mostrarnos tal cual somos ante los demás.

Una técnica muy útil para determinar ese área ciega entre ambas percepciones es La ventana de Johari. Esta herramienta explica en un simple cuadrante las diferencias entre nuestra percepción y la de los demás, y nos permite explorar las diferentes áreas de nuestra personalidad de un vistazo (ya sabéis lo fan que soy de todas aquellas cosas que nos ayudan a tangibilizar ideas. Bien, pues ésta técnica es una de esas cosas. Nos ayuda a poner sobre la mesa, de forma muy simple, aquellas áreas de nuestra personalidad que mostramos, ocultamos o incluso aquellas de las que no somos conscientes, cuando nos relacionamos con otras personas). Os explico un poco más:

1. El área libre: es esa parte de nuestra personalidad y nuestro comportamiento del que somos plenamente conscientes. Esa parte de nosotros que mostramos abiertamente cuando estamos con los demás.

2. El área oculta: es esa parte de nuestra personalidad y nuestro comportamiento que conocemos, pero que ocultamos. Es todo lo que forma parte de nuestra privacidad, nuestros secretos o pensamientos que nunca compartimos con nadie.

3. El área desconocida: engloba las cosas que ni otros conocen y ni siquiera nosotros conocemos, pueden ser miedos incosncientes, traumas o instintos.

4. El área ciega: es la parte que contiene cosas de nosotros mismos de las que no somos conscientes. El área ciega está llena de pequeños puntos ciegos de los cuales nosotros no somos conscientes, pero que otras personas sí que pueden ver. Pueden ser hábitos, preferencias prejuicios o manías y costumbres que nosotros no reseñaríamos como parte de nuestra personalidad, pero que están ahí, siendo percibidas por la mayoría de la gente.

Generalmente, tendemos a pensar que lo que mostramos es todo lo que la gente percibe, que somos dueños y señores de lo que compartimos hacia los demás o de lo que nos apetece o no nos apetece que los demás vean y, sin embargo, hay muchas cosas que se nos escapan. Nuestra propia percepción, vista desde nuestros ojos y vista desde los ojos de otros, puede cambiar de una forma brutal. Quizá por eso el artículo que leí ponía de ejemplo la maravillosa campaña de Dove que voy a mostrarte ahora mismo:

La moraleja de todo este rollo que acabo de soltarte podría ser precisamente la de no prejuzgar a nadie por esas primeras apariencias que tengamos, la de escuchar lo que los demás tienen que decirnos sobre algo que han visto o percibido de nosotros y  la de aprender de cada nuevo proceso de autoconocimiento. Porque al final lo que más cuenta es aprender a mirarnos hacia adentro.

–> ¿Quieres saber más de la Ventana de Johari?

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