Revista Cultura y Ocio

Una vida imprevista

Publicado el 13 junio 2016 por Molinos @molinos1282
Una vida imprevistaDomingo 21:20. ¿Qué ha pasado con mi fin de semana? Necesito que sea viernes otra vez, que sea viernes a las ocho de la noche y replantearme el fin de semana de otra manera. Bueno, replanteármelo como lo había planeado y cumplirlo. 
Había pensado salir a tomar unas cañas, un plan tranquilo, encontrarme con gente que hace tiempo que no veo, charlar, reírme... quizás alguna copa y volver a casa como las personas responsables de 43 años. Había pensado levantarme el sábado y aprovechar para ir a ver la exposición de Vivian Maier, escribir algún rato y tirarme en el sofá a leer el libro de André Agassi a ver si le daba un buen empujón y lo terminaba rápido porque confieso que tanto tenis me está haciendo un poquito de bola. Mi plan continuaba con mi ratito de trabajo hablando en público como una profesional responsable y marcharme luego a Los Molinos a disfrutar del campo, el jardín, mi familia, mis amigos y más lectura. 
Pero nada sale como quieres. Hace mucho tiempo, de hecho en el primer post que escribí aquí, hablaba de que no me gustan las cosas fijas, me aterraba (y me sigue aterrando) comprar un mueble a medida que no puedas cambiar nunca de sitio o la sola idea de pensar en un tatuaje que sea para siempre. Las cosas para siempre me asustan. Pero no es verdad, porque hay cosas fijas en mi vida que sí que quiero que sean para siempre, Los Molinos por ejemplo. 
¿Qué tienen que ver las cosas estables y mi fin de semana descontrolado? Pues mucho. Hace tiempo yo lo planeaba todo meticulosamente, hacia planes, organizaba e intentaba controlarlo. Pensaba a largo plazo. Quería saber qué iba a pasar, cuándo iba a pasar y si me hubieran dejado ver por una mirilla cómo iba a ser mi futuro hubiera querido verlo. 
Ya no. Ahora no. He desarrollado una tolerancia increíble hacia la improvisación, la incertidumbre y el caos. Me gusta no saber qué va a pasar mañana, me gusta saber que mañana o pasado, o la semana que viene puede ocurrirme algo completamente improvisado, increíble y que si me lo contaran ahora mismo no me lo creería. 
Si hace 10 años me hubieran dicho cómo iba a ser mi vida ahora no me lo hubiera creído. Si me hubieran dicho que iba a estar escribiendo hubiera dicho "eso es imposible". Si hace 10 meses me hubieran contado cómo iba a ser mi trabajo ahora, tampoco lo hubiera creído. Si hace 10 días me hubieran dicho que iba a recuperar una amistad de hace 20 años me hubiera carcajeado y si antes de ayer me hubieran dicho que iba a llegar a casa de día... hubiera dicho "ni de coña". 
Domingo por la noche, el fin de semana no ha sido para nada como había planeado, estoy reventada... pero me gusta que mi vida sea así. 

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