Se ha puesto muy de moda en las últimas semanas el programa “First Dates”, donde varios concursantes (de diferentes estilos, mentalidades, nacionalidades, etc) son emparejados en una suerte de cita a ciegas que transcurre en un restaurante y con la excusa de una cena. El programa, que se emite en Cuatro todos los días de la semana a eso de las 21:45h, comenzó con unos datos modestos pero decentes hasta que sus grandes competidores, El Intermedio de la Sexta y el Hormiguero de Antena 3 acabaron la temporada. Fue en ese momento cuando empezó a despegar como la espuma y alcanzar popularidad.
Al ver este programa y, aunque la temática es totalmente diferente, me vino a la mente uno de los programas míticos de la época dorada de Telecinco en los 90 y que fue uno de los primeros programas de ligoteo de la época, “Uno para todas”, presentado por Goyo González y estrenado en 1995.
La dinámica del programa era algo caótica, aunque en aquel momento fue bastante innovadora. Doce concursantes hombres competían entre sí por ser el más machote y seductor ante un público de unas doscientas mujeres. Los participantes se enfrentaban a diversas pruebas de corte disparatado pero que en el fondo hacían reír a un público noventero bastante inocente televisivamente hablando y ávido de novedades.
Las pruebas eran de todo tipo, pases de modelos, de habilidad, humor, etc, si bien la más recordada y popular era aquella en que los concursantes se enfrentaban al culturista Héctor para ver quién estaba más fuerte (momento donde los concursantes solían hacer el ridículo total). Lo único que decía el pobre fortachón en todo el programa era “Soy Héctor”. La coletilla se hizo bastante popular en aquel 1995.
Una vez finalizada la correspondiente prueba las chicas elegían al ganador. Si el chico recibía un beso pasaba a la siguiente fase o prueba. Si le tiraban a la piscina quedaba eliminado. Así hasta que sólo quedaba uno, el ganador de la noche (lo que ahora se llamaría el macho alfa).
El programa, en general, era bastante divertido y, visto desde el 2016, ciertamente entrañable. Duraba una eternidad (creo recordar que unas tres horas y media o quizás más), aunque no eran todo pruebas, las intercalaban con la intervención de invitados, música, artistas de todo tipo, etc.
La audiencia respondió muy bien y en la primera temporada se situó líder de audiencia. Sin embargo, en la segunda temporada tuvo que competir con Lina Morgan y su serie Hostal Roya Manzanares, con la que no pudo. Aún así y, a pesar de haberse emitido únicamente durante dos temporadas, Uno para Todas forma ya parte de la historia de la televisión en España.
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