Revista Cultura y Ocio

Uriah Heep. “Salisbury”

Publicado el 22 enero 2016 por Raúl Rn

Algunas de mis piezas preferidas de rock progresivo no se deben a grupos englobables en esta categoría, sino a bandas de hard rock; es el caso de temas como " April" (Deep Purple"), " Kashmir" (Led Zeppelin) o el elegido para hoy, la suite "Salisbury", perteneciente a los británicos Uriah Heep, de los que ya me he ocupado con anterioridad a propósito de la canción titulada " Sympathy", perteneciente al álbum "Firefly" (1977). Esta formación, inicialmente llamada "Spice", se creó a finales de los años sesenta en torno a David Byron (voz) y Mick Box (guitarra); en 1970 cambiaron su nombre por el de Uriah Heep, que tomaron del clásico de Charles Dickens "David Copperfield", y también entró a formar parte de la banda el teclista Ken Hensley, quien acabaría convirtiéndose en el principal compositor del grupo. Tras un primer álbum titulado "Very 'eavy ... Very 'umble" (1970), publicaron " Salisbury" (1971), un disco que no suele figurar entre los preferidos por los seguidores de esta banda, tal vez porque no estaba aún definido su característico estilo, volcado hacia el hard rock, que caracterizó sus trabajos posteriores. Sin embargo, yo lo tengo entre mis favoritos; hay canciones hadrockeras, como " Bird of Prey" o " Time to live"; baladas acústicas bellísimas, como " Lady in Black ", el tema más conocido de este Lp y uno de los mayores éxitos de Uriah Heep; y, por supuesto, la suite progresiva del mismo título. Con sus más de dieciséis minutos, "Salisbury" es una de esas joyas progresivas ocultas en la discografía de Uriah Heep. En su concepción y ejecución intervino una orquesta sinfónica formada por más de veinte instrumentos, donde destaca especialmente la sección de viento. Desde mi punto de vista, es una de las mejores muestras de rock orquestado que conozco; al contrario de otros experimentos de esta índole, donde la orquesta y los músicos de rock a menudo interpretan la música sin atisbo alguno de miscibilidad (por ejemplo, en el mencionado "April", la orquesta actúa sólo en la parte central del tema, sin que los músicos de Deep Purple intervengan), en "Salisbury" la orquesta está perfectamente integrada, acoplada y presente en toda la composición. Estamos ante una suite épica, llena de sorpresas, giros y de una gran riqueza melódica; os aconsejo que la escuchéis más de una vez, sólo así podréis apreciar sus detalles. Además de los aspectos orquestales, me gustaría destacar el órgano, verdadera columna vertebral de este tema; la voz; y el solo de guitarra que comienza en el minuto 11:27.


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