Uruguay y ocho naciones condenaron violencia en Venezuela

Uruguay.- Nueve naciones de América Latina, incluyendo a la República de Uruguay, condenaron "vigorosamente la violencia desencadenada en la República de Venezuela".A través de un comunicado oficial prorrumpido en conjunto por las cancillerías de Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, México, Colombia, Paraguay, Costa Rica y Perú, las naciones acordaron en que "lamentan que no se haya dado especial atención a las exhortaciones de la comunidad internacional para que las manifestaciones notificadas en ese estado acontecieran bajo un clima tranquilo y sin violencia".
Según reseñó el diario El Observador de Uruguay, en la declaración aseveran que "resulta imperioso que la cercana República Bolivariana de Venezuela regrese a la ruta de la institucionalidad democrática y que su dirección establezca los términos para el desempeño del cronograma electoral, deje en libertad a los presos políticos y certifique la individualidad de poderes constitucionales".
"Nos agregamos a la declaración enunciada recientemente por el Secretario General de las Naciones Unidas (Antonio Guterres) apremiando la adopción de estrategias específicas de todas las partes para comprimir la polarización y establecer las condiciones necesarias para afrontar los desafíos de la nación en ayuda del pueblo venezolano", añaden.
Del mismo modo, las nueve naciones reiteran que "resulta concluyente que las autoridades venezolanas apadrinen medidas para certificar los derechos fundamentales y salvaguardar la paz".
La declaración fue prorrumpida un día después de que se forjaran tumultos que concluyeron con dos fallecidos en la que se conoció como "la mamá de todas las marchas" en la República de Venezuela.

Situación de Venezuela
Dos fallecidos, un joven de diecisiete años de edad y una mujer de veinticuatro años, más un número impreciso de heridos fue el resultado de la denominada "madre de todas las marchas". Además, imputaciones cruzadas y progresivas presiones internacionales, en una nación en constante efervescencia social y política, hacen que tanto la administración de Nicolás Maduro como los sectores de la oposición encumbren la postura de su enfrentamiento hacia términos insostenibles.
A gran escala, ese era el escenario reciente de las circunstancias en una Venezuela cada vez más polarizada y hundida en una empinada espiral de violencia como resultado de la competencia perpetua que mantienen el gobierno chavista y los partidos de la confederación opositora.