“Usted está ahora en Canadá”: el juez se lo indica a iraní que pegó al jefe de su esposa porque no quería que ningún hombre hablara con ella

NationalPost.com:

Un hombre de Edmonton, nacido en Irán ha recibido la orden de tomar cursos de controlde la ira después de un ataque “desagradable” contra el jefe de su esposa consecuencia del saludo de un compañero de trabajo masculino que la dirigió en un centro comercial.

Contra Aadel Moradi, de 39 años, el tribunal provincial ha dictado una sentencia, cuya efectividad ha sido suspendida, y se le ha puesto en libertad condicional durante 18 meses el pasado martes después de declararse culpable de los cargos de asalto en lo que fue un aparente choque de culturas.

“Fue muy desagradable”, dijo el juez Kirk MacDonald, quien describió el incidente ocurrido el 6 de noviembre de 2015, como un asalto menor con matices “perturbadores“.

“Ahora se encuentra en Canadá. No ponemos restricciones sobre la forma en que las mujeres viven aquí, a diferencia de algunos otros países“, dijo MacDonald, quien agregó que es “muy triste que Moradi no lo vea así“.

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El fiscal de la Corona Bethan Franklyn dijo a la corte que Moradi y su esposa habían estado en un centro comercial de la ciudad a finales de octubre 2015, cuando uno de sus compañeros de trabajo se acercó a saludar.

Moradi le preguntó al hombre cómo había conocido a su esposa y, a continuación, le dijo que no podía hablar más con ella, según Franklyn.

El 6 de noviembre, Moradi fue con su esposa a la oficina del centro en la que trabajaba y pidió hablar con el jefe de recursos humanos sobre el incidente en el centro comercial, siguió Franklin.

El Tribunal escuchó que finalmente habló con Ross Undershute, el director general de la organización de consultoría de salud para la que su mujer trabajada, diciéndole: “No se permite a mi esposa hablar con ningún hombre y a ningún hombre le está permitido hablar con ella“.

Cuando Undershute le explicó entonces que no sería posible, Moradi se puso furioso y se negó a salir cuando se le pidió que lo hiciera.

Trató de patear Undershute, y “le arañó insistentemente” la cara antes de escupirle, añadió Franklin. También intentó, sin éxito, pegarlo un rodillazo, un bofetón y morderle.

El Tribunal escuchó que Undershute sufrió rasguños en la nariz y el labio.

Franklyn dijo que el delito se había agravado porque el asalto ocurrió en un lugar de trabajo y porque tenía un trasfondo de violencia doméstica. También calificó el escupirle en la cara como un acto “degradante“.