Usun Yoon, esa gran desconocida / Domingo de remember

Imagen: Óscar L. Tejeda

Como buen Domingo de remember, vamos a echar la vista atrás. En este caso, la protagonista es Usun Yoon, esa gran desconocida a la que el público general le atribuye bondades físicas y cuyo intelecto, que lo tiene, pasa por alto.

ENTREVISTA REALIZADA A USUN YOON EN FEBRERO DE 2009 PARA PLAYBOY

Usun Yoon, se ha colado con estrépito y fanfarria en la parrilla televisiva de La Sexta, pero también en nuestros corazones. Su personaje de reportera “dicharachera” que se hace la sueca siendo coreana ha dado más de un sobresalto a muchas caras populares del show business patrio desde que se “estrenara” como reportera en El intermedio a finales de 2007. Pero también ha desencajado mandíbulas en múltiples hogares. Aunque no le guste, no podemos evitar mencionar que su personaje es la versión femenina del Tonino de Caiga quien caiga. Toda ella (o su personaje) es humor absurdo y surrealista, puro homenaje a Mariano Ozores y las casposas películas post-franquismo. Por eso mismo, afirma ser de Utrera (Sevilla) sin serlo.

La suya es una historia de superación constante y aprendizaje continuo, de viajes y estancias en distintos lugares del planeta. Desde su Corea del Sur natal a Canadá, pasando por Barcelona y, finalmente, Madrid. Sus anomalías biográficas hacen suyo el dicho de “aguas estancadas se ensombrecen”, algo que a Usun Yoon (Corea del Sur, 1977), la reportera más atípica de televisión no se le puede aplicar. Es divertida, irónica y con un sentido del humor a flor de piel, además de inteligente (es licenciada en Ciencias Políticas). Sí, para qué negarlo, durante la entrevista nos cautivó por completo. Y no sólo por su exótica belleza, que también. Con sus escasos metro y medio ha revolucionado el panorama nacional con su personaje de reportera despistada e ingenua que interpreta en El intermedio, el programa de Wyoming. A lo largo de los diez años que lleva viviendo en España, su cara se ha paseado por diversos anuncios publicitarios, series de televisión como Manolito gafotas y películas como Torrente 3. Pero, si hemos de ser sinceros, de toda su trayectoria vital, el dato más sorprendente de todos es éste: deportista de élite en tiro con arco y natación. Señores, no damos crédito ante tanta genialidad. Transitable y transigente, es la tercera de cuatro hermanos y, aunque su familia sigue viviendo en Corea del Sur, ella no piensa en regresar, sino en volar.

Parte 1_entrevista Playboy

De Corea del Sur a Canadá y, posteriormente, a España. ¿Qué razones se esconden detrás de tanto movimiento geográfico y cultural?
Llevo toda la vida viajando. Mucha gente me pregunta lo mismo, pero yo tampoco lo entiendo, así que no puedo explicarlo. Supongo que es la vida de constante estudiante que llevo, quiero conocer el mundo, ver cómo viven otras culturas… La vida es muy larga. Pero, bueno, ya empiezo a pensar de otra manera. Si me moviera ahora sería con todo planeado y fijándome una meta u objetivo. Tengo 34 años y el tiempo pasa muy rápido.

Siendo de Corea del Sur, imaginamos que tendrás una percepción muy clara sobre las dos Coreas…
Son como dos países diferentes tanto en política, como en economía, cultura, todo. En Corea del Sur todo está cambiando, pero Corea del Norte no ha cambiado mucho, hay un régimen personalista nacionalista que no permite la influencia extranjera.

Tu familia sigue viviendo en Corea del Sur. ¿Cómo vive el éxito logrado por ti en España?
Al principio, cuando decidí ser actriz, mi padre no decía nada. La idea no le gustaba mucho, le parecía extraño, ya que yo había estudiado política exterior y siempre había sido becaria del gobierno. Ahora sonríe un poco. Le hace ilusión verme crecer y siempre ha confiado en mi virtud. Respecto a mis hermanos te diré que ellos no creen que esté triunfando en España, sino que, bueno, he conseguido un papel como actriz y trabajo en la tele. No le dan mucha importancia, aunque sí me apoyan en mi decisión. Yo, sin embargo, veo mi trabajo de actriz como otro puente que tengo que cruzar para seguir creciendo. De todos modos, todavía estoy empezando y hay que ver mi trayectoria hasta el final.

¿Te ha sorprendido algo de nuestra forma de ser?
Siempre que me quedo en un país, aunque me sorprendan determinadas historias, pienso que son sólo parte de un prejuicio, porque apenas conozco la cultura, soy una recién llegada. Pero desde la distancia, tengo que confesar que me ha sorprendido la gente. Las personas en España son todo alegría.

¿Cómo pasa alguien de ser licenciada en Ciencias Políticas al mundo del cine y la televisión?
Trabajaba en una empresa, pero me estresaba porque no quería trabajar toda la vida en una oficina. No sabía muy bien qué hacer, ni hacia dónde ir. Pero tenía claro que me quería relajar, así que me puse a estudiar antropología teatral. Les dije a los profesores que no quería interpretar, sólo estudiar versos y textos teatrales. A los tres meses, me dieron un pequeño monólogo en castellano antiguo que me costó mucho tiempo aprender, pero finalmente lo logré y desde entonces hasta ahora. Me gusta ser actriz y, de momento, me voy a mover en este sentido, mientras encuentro mi proyecto vital. Tengo que comer… Mi primer papel en televisión fue gracias a la serie “Manolito gafotas”, donde iba vestida con un Kimono y hacía de azafata de la semana fantástica de El Corte Inglés. Supuso un gran salto, pues yo estaba en el teatro haciendo textos antiguos de Shakespeare y Molière.

¿Te gustaría volver a hacer teatro?
Todo depende. Si es un proyecto interesante, con un director y un guión buenos, me da igual si es teatro, cine o televisión. Aunque, por supuesto, el teatro es más complicado y conlleva un mayor esfuerzo por parte de los actores.

¿Crees que tu acento y tu físico condicionan el tipo de papeles que te ofrecen?
Antes de trabajar en “El Intermedio” me ofrecían todo tipo de personajes, desde prostitutas a víctimas de un asesinato en un “todo a cien” pasando por una turista, pero siempre pequeños papeles. Ahora la cosa parece que está cambiando, pero todo son proyectos así que no puedo hablar.

Parte 2_entrevista Playboy

¿Te gustaría dirigir tu propio programa de televisión?
No. Aunque si fuera un programa infantil, lo haría con mucho gusto. Si tuviera mucho dinero montaría una cadena pública educativa que contemplara contenidos como matemáticas, idiomas, educación moral…Pero todo desde una perspectiva divertida.

Dado tu interés por la educación infantil, te preguntamos, ¿te gustaría ser madre?
Ni sí, ni no. No lo sé. No tengo opinión formada al respecto.

¿Fuiste una niña con complejos?
Sí, era la más fea del pueblo. Tengo un carácter muy de chico y, siendo pequeña, siempre jugaba en la calle o nadaba en el río. Todas las niñas iban con coletas, pero mi madre me cortaba el pelo muy corto porque no tenía tiempo ni para peinármelo. Además, yo era muy negra y los dientes muy grandes y blancos. Me llamaban africana.

Cuándo vas de visita a tu pueblo, ¿te dicen que te has transformado en cisne?
No. Mis hermanas son muy guapas y, por lo tanto, sigo perdiendo en la comparación.

Sorprendentemente, has sido deportista de élite en tiro con arco y natación. ¿Cómo se come esto?
La cosa es que mi tío era superdotado y acabó un poco loco. Yo, siendo estudiante, sacaba muy buenas notas y mi madre no quería que me pasara lo mismo que a su hermano, así que me metió a hacer deporte para que no estudiara.

¿Te consideras una amazona peligrosa?
No. Creo que es la vida misma la que tira la flecha. Yo no disparo a ningún objetivo. Es la vida la que se toma su propia venganza y, de algún modo, hace justicia. Dentro de lo malo, si uno se esfuerza consigue lo que se propone. Es cuestión de tiempo.

¿Tu belleza ha sido una ventaja o una desventaja a la hora de encontrar trabajo?
En el mundo de la televisión ha sido una ventaja, porque este medio funciona mucho con la imagen. Pero no tanto en el cine, ya que aquí sólo buscan una guapa, la protagonista, los demás son sólo personajes y buscan el perfil que mejor encaje.

¿Te sientes a gusto con tu cuerpo?
Sí. Soy pequeña pero bien proporcionada. No tengo tetas grandes, pero están bien para mi tamaño.

¿Triunfas más con los chicos desde que eres popular?
No, justo lo contrario. Antes, ligaba más. La gente, frente a alguien popular, mantiene mucho la distancia. Me siento muy sola. La gente se acerca a mí sólo para hacerse una foto conmigo.

Parte 3_entrevista Playboy

¿Podríamos afirmar que eres la Luci Liu española o prefieres ser vista como la versión femenina del Tonino de “Caiga quien caiga”?
No, ninguna de las dos opciones. Prefiero parecerme a Meryl Streep, una gran actriz, o que me comparen con Jackie Chan, un buen actor en su perfil, no necesariamente camaleónico, que ha dado muchas risas a la gente y eso, en sí mismo, es un trabajo.

¿Qué te ha aportado formar parte del programa de Wyoming?
El ambiente de trabajo es muy agradable y tan cómodo que te sientes como en casa. Wyoming es una persona muy generosa y, a veces, sientes como si fuera tu tío paterno o hermano. Puedes hablar de todo con él, es divertido y nunca se enfada. Es muy buena gente.

¿Eres tan ingenua y despistada como el personaje que interpretas en el “El intermedio”?
Cada uno de nosotros tenemos todos los colores, pero desarrollamos unos más que otros. Con el personaje que interpreto en el programa de Wyoming lo que hago es sacar unos colores determinados y exagerarlos.

¿Qué famoso se ha quedado más sorprendido ante tu particular forma de entrevistar?
Bueno, no voy a dar nombres… Hubo una actriz que no entendía lo que yo le estaba preguntando y la forma en que lo hacía, así que se marchó de mi lado rápidamente. Me sentí mal porque como actriz no podía salirme del personaje y explicarle que todo era ficción.

¿Es el humor absurdo parte de tu forma de ser o más bien parte del guión?
Creo que el humor absurdo refleja lo que pasa cada día. La vida tiene un punto surrealista.

¿Por qué esa manía con afirmar que eres de Utrera (Sevilla)?
Es una ironía. Me cansa que me llamen china, ya que soy coreana; o de que me pregunten cómo se dice algo en chino, pues no sé chino… Entonces, pensé, vamos a romper con todo y decir algo absurdo, por eso soy de Utrera. Lo más divertido es que hay gente que se lo cree.

¿Has tenido algún problema por el hecho de ser coreana?
No, aquí no. En España me siento especial. Creo que he tenido mucha suerte. Me tratan como si fuera un intercambio cultural, me quieren enseñar cosas, que yo les enseñe a ellos… Ser coreana, a veces, es mejor que ser española porque me siento más querida así. Creo que si te sientes de fuera, la gente te trata como tal; y al contrario. Yo me siento muy española.

Hablas 4 idiomas (español, coreano, inglés y francés). Se te dan bien los idiomas. ¿Qué tal se te da el lenguaje universal, léase, el amor?
Bueno, tengo suerte. Siempre elijo buena gente, nada de chicos malos. Ellos nunca me hacen daño; yo a ellos sí, aunque nunca intencionadamente.

¿De qué te ves trabajando en el futuro?
Haciendo un papel de abuela con gafas. No, no sé si seré actriz o cualquier otra cosa. No lo tengo claro. Hasta ahora he pensado a corto plazo. Imagino que cuando cumpla los 35 cambiaré y pensaré más a largo plazo.

¿Te irías a Hollywood a trabajar en la meca del cine?
Iría corriendo. Conocer otro mundo, otro estilo de trabajo, me encantaría. Pero no por ser Hollywood, si me llamaran desde Inglaterra o Francia también iría corriendo.

¿Cómo es tu hombre ideal? Seguro que hay más de un lector (a día de hoy debo añadir a la pregunta: recuerden que estamos en Playboy) interesado en saber la respuesta a esta pregunta…
Lo más importante es que esté seguro de sí mismo, que sea feliz. La vida es para compartir y si la persona con la que compartes tu tiempo tiene altibajos emocionales y cambios de ánimo todo es más complicado. Hay cosas en las que se puede ayudar, hay cosas en las que no. Si la persona con la que estás no te hace feliz, hay que despedirse.

Ver la publicación original de la entrevista a Usun Yoon para Playboy.

Texto: Inma Flor

Fotografías: Óscar L. Tejeda

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