Revista Diario

Vacaciones en familia y animales. ¿Nos organizamos?

Por Belen
Vacaciones en familia y animales. ¿Nos organizamos?
Qué bien lo hemos pasado estas semanas de descanso y desconexión. Y es que el cansacio acumulado de los últimos meses empezaban a pasar factura. Han sido unas vacaciones de descanso, de no hacer planes, de no tener agenda, donde nuestro reto del día era disfrutar de la playa, de la paella del restaurante más cercano y de ricos helados, granizados (y alguna cervecita, que todo hay que decirlo) del chiringuito de rigor. ¿Vacaciones sosas? Para mis chicos y para mi han sido perfectas, era justo lo que necesitábamos. A veces nos empeñamos en intentar aprovechar tanto el tiempo que seguimos en la rutina de organizar todo y casi utilizar agendas como en un día a día cualquiera. Que no haces excursiones, ¡pues no pasa nada! Que te apetece pasarte la mañana haciendo snorkel sin más pretensiones que encontrar conchitas bonitas, pues a sumergirse.
Rayo ha nadado, buceado, surfeado, snorkeleado hasta la extenuación. Hemos comido helados, nos hemos hartado a pescado y gambitas ricas recién pescadas de la lonja del pueblo. Han sido dos semanas estupendas. Pero he de reconocer que nos ha faltado algo.... los primeros días no lo notamos tanto pero cuando se acercaba ya el momento de marcharnos estaba claro que las echábamos de menos, que teníamos hasta ganas de regresar, estoy hablando de nuestras gatas
Tengo grabado en mi memoria una imagen aterradora de hace un montón de años. En mitad de una autovía un coche se paraba y dejaba salir a un pastor alemán. El coche siguió su camino. Lo abandonaron en medio del campo. Se me pone un nudo en la garganta mientras escribo estas palabras. No comprendo como puede haber personas que hagan eso, pero las hay, que hacen eso y mucho más. 
¿Quieres un animal? Piensa mucho la responsabilidad que ello supone y si estás dispuesto a asumirla. Un animal será tu compañero, un miembro de tu familia durante muchos años, más de una década. 
¿Tienes un animal? Planifica las vacaciones (especialmente las de verano, que son más largas) con suficiente antelación. Siempre hay opciones pero NUNCA, bajo ningún concepto, le abandones. 
¿Qué podemos hacer con nuestros animales en verano?
  • La primera opción siempre ha de ser llevarlo con nosotros. Si es un perro es muy fácil, busca lugares donde acepten animales. Aunque seguramente debería haber más, a día de hoy existe una oferta aceptable de hoteles, apartamentos, aparta-hoteles y demás alojamientos donde poder disfrutar con tu familia al completo. Hace unos años estuvimos en un hotel fabuloso de Almería donde permitían animales. Nuestros vecinos de abajo tenían un gatito siamés muy simpático que disfrutaba de lo lindo en su terraza. 
  • Entiendo que no siempre es posible llevarlos, puede haber muchos motivos, incluso por el bienestar del propio animal. Esto sucede mucho con los gatos, puro nervio. Los viajes, los cambios de casa, a veces no lo llevan bien. Yo tengo tres gatas, con las dos más mayores hemos viajado durante unos años hasta que decidí cambiar el plan porque ellas se ponían demasiado nerviosas. ¿Qué hacemos entonces? Buscar una persona que se ocupe de ellos con cariño, responsabilidad y dedicación. En nuestro caso organizamos las vacaciones de tal manera que mis padres o mi hermana puedan atenderlas como merecen. Pero sino tienes familia o amigos que pueden hacerse cargo, habla con asociaciones, incluso puedes contratar a alguien esos días que estás fuera. 
  • Hay residencias donde poder dejar a tu animal mientras no estás. Personalmente esta opción no me gusta, es mi opinión, pero siempre es mejor a abandonar, sin lugar a dudas. 
  • Busca personas que tengan animales, quizá puedas dejarles al tuyo durante unos días para que lo cuiden en su casa. Será más cómodo para el cuidador.
Volver a casa siempre es un placer porque al abrir la puerta allí están ellas, dispuestas a darnos todo ese cariño que han guardado en nuestra ausencia. Han estado felices, bien cuidadas, en su casa, tranquilas. Pero nos han extrañado, mucho, y no me dejan dar ni dos pasos: maullidos, ronroneos, abrazos, así estamos. 
Y recuerda, ¡no le abandones! Busca una opción, pide ayuda, pero no le dejes. Ellos no lo merecen. 

Volver a la Portada de Logo Paperblog