La desesperación consistía
que no se podía tocar.
Estuvimos siglos
parados sobre el filotratando de escribirla.
Dijimos:
-Si nos tiramos, podemos volar o morir.Pero no.
Al salto sobrevino el grito de un pájaro
que se hizo fuego cuando entró en el aire.Después,
se abrió un silencio naranjadel tamaño de un puño.
Ahora,
nosotros,huérfanos suicidas,
escribimos la ausencia
con una flor en la mano.
Valeria Pariso (Buenos Aires, 1970), Triza. Detodoslosmares. Capilla del Monte. Córdoba. 2017.