Valor de Marcas. Valor de permanencia en el mercado

Valor de Marcas o Valor de permanencia en el mercado
Las marcas, en contraposición a la imagen corporativa, sostienen una necesidad y deseo de permanecer en el mercado pase lo que pase en el y para ello asume el compromiso que supone elegir mantener relaciones duraderas en vez de relaciones efímeras con todo lo que toca y le rodea.
La decisión que se debe tomar para elegir ser marca consiste en decidir sostener una táctica de emboscada que ofrece el camino de la llegada para tomar lo que hay y emprender la retirada o tomar riendas para llegar, quedarse e iniciar la expansión atada al espacio donde decide establecerse.
Un modelo de negocio al uso, utiliza su voz solo para decir quien es. Una Marca es y puede permanecer porque elige accionar con absoluta coherencia con lo que dice que es.
Un modelo de negocio utiliza tácticas que le obligan a pavonearse a la entrada, utiliza estrategias aprendidas en el mercado de la charlatanería para encontrar, que sus acciones, solo le permiten la retirada cuando lo que dice que es, en realidad, no se corresponde con lo que termina mostrando. Controla el momento de su aparición en escena, cuida los primeros conatos de relación a base de verborrea, utiliza las primeras horas de su reinado para aprender y controlar la necesidad de su oponente, sea este cliente o empleado, sigue usando la palabra para ocultar las contradicciones entre lo que dice que es y lo que hace realmente, para terminar parcheando y chapuceado estrategias de fidelización cuando el empleado y el cliente ya aprendieron que la única forma de relacionarse con la imagen corporativa es la de aprender las reglas del juego que esta plantea para sacar algo de ventaja, cuando empieza a ser consciente de que por mucho que ahora negocie, sino se va a la competencia, nunca conseguirá que le devuelvan lo que durante un tiempo le han pedido sin darle nada a cambio. La única forma que encuentra el modelo de negocio al uso para permanecer en el mercado es usar una voz que promete cercanía a clientes y empleados mientras su estructura convierte en un reducto inexpugnable a la junta directiva que vive alejada de todos los puntos de encuentro con clientes que deben ser calmados por empleados a los que menosprecia y que son muy mal pagados. Entre más grande es la empresa, más distancia crea y los empleados que tratan con el cliente, son aislados por departamentos que lo único que tienen son herramientas que en un intento por contentar a todos, justifican con simples excusas y provocan más sensación de engaño.
Las Marcas utilizan estrategias de llamadas de atención y atracción pero llenan los tiempos, en que su reinado es visible, para escuchar con atención, a empleados que llaman colaboradores y a clientes que llaman usuarios reforzando la empatía con ellos al máximo. La estrategia y táctica que usan es la de esforzarse por adaptarse a las necesidades, sin perder para ello, su principal objetivo que es el de permanecer en el mercado para lo que usan, como propuesta, la acción de colaboración que les permite aceptar errores abriendo la posibilidad de encontrar soluciones de forma conjunta. La Marca es la voz que promete y que se esfuerza por cumplir lo que ha prometido pidiendo colaboración para conseguirlo. Cuando tratas con una Marca la sensación que tienes es la de que todos sus empleados, desde el primero hasta el último, pertenecen a la junta directica y esta, escondida o no, sin embargo aparece en todo momento.
La diferencia real entre una Imagen corporativa y una Marca está en que, si bien las dos llegan con una aparente intención de establecerse, la Imagen Corporativa estudia y se esfuerza en desarrollar estrategias a las que imprime carácter de continua conquista, sin entender que la relación también obliga. Mientras que las Marcas, llegan anunciando que deben establecerse y para ello, asumen, de forma completa, el compromiso que esto implica, dejando notas de conquista, atracción y estableciendo una perfecta táctica de relación con todo lo que la rodea.