Vel’Uveyra Godello 2021

Gracias amigo lector. Si tras dos meses y medio sin noticias de este mortal, aún sigues ahí, te doy las gracias. Mi última entrada se publicó a primeros del mes de mayo, y desde entonces, mi vida se ha dado la vuelta como un calcetín, y me encuentro, tras 14 años escribiendo en el blog, ante un nuevo reseteo vital. Mis cuitas personales son para mi propio entendimiento, y no me explayaré en exceso, solo puedo dar las gracias a mi mujer por tantos años de felicidad, por tan buenos ratos y por su apoyo en esta aventura a la que ahora vuelvo, desde otro lugar diferente al que habitualmente dedicaba a escribir, nuevos sonidos, nuevos olores, una etapa distinta. Hablar de los vinos que probaba, siempre ha sido un momento de reflexión, de paz, y por qué no decirlo, de alivio, cuando una entrada se terminaba y acababa publicada. Durante estas semanas me era imposible juntar dos palabras, ni siquiera mi libreta recogió otros vinos que probé, todo era secundario. Encima la ira de Hera se ha reído de mí, y me ha lanzado, como dos maldiciones, sendas faringitis agudas, una de ellas aún vigente, que me han tenido abrazado a los antibióticos y alejado de las oscuras botellas. Pero a diferencia de otras veces, no he tenido la tentación de abandonar, y eso ha sido gracias a ti, amigo lector, que incluso en mi ausencia, has seguido leyendo y entrando en el blog, y por supuesto a esa gente maravillosa del mundo del vino, que hay muchos, y que siempre tienen su mano tendida para escucharte y darte un abrazo, cuando más falta hace. Por vosotros, este mortal no entregará su cuchara. Se vienen meses muy intensos, y es mi deber seguir contándolo, aquí en el blog.

Curiosamente, mientras revisaba mis notas, soy un Virgo típico, escribo por orden de entrada en mi libreta, el vino que hoy os traigo es uno de los mejores que he probado este año, y que por las desventuras antes contadas, se quedó sin su oportuna entrada. Es una botella que, como otras que aún guardo en la cava, proviene de un viaje de mi mujer a la Ribeira Sacra. Sí, ella ha estado antes que yo allí, parajodas de la vida. Vamos con este godello.

El Vel’uveyra Godello 2021 está elaborado por la Adega Ronsel do Sil, desde Parada de Sil, Orense, y pertenece a la D.O. Ribeira Sacra. Está enclavada en la subzona Ribeiras do Sil, en la parte más al sur de la DO. Es una pequeña bodega familiar, inaugurada casi como este blog, en 2010, y que cuenta actualmente con dos hectáreas, de las que llegan a sacar 5 castas diferentes, merenzao y mencía entre las tintas, godello, treixadura y doña blanca entre las blancas. Este blanco es un monovarietal de godello con un pequeño paso por barrica, que no he podido cuantificar con la bodega.

Presenta un color dorado pálido, con ribetes acerados, limpio y brillante. Tímida nariz, con un leve regusto dulzón, y un suave recuerdo avainillado de la barrica, profundo, con unas leves notas anisadas al abrirlo. Amable entrada en boca, buena y equilibrada acidez, la barrica sutil, cuerpo medio, muy franco, sin maquillajes, un godello diferente a lo que he probado casi siempre, con una discreta persistencia y un final amargo que siempre te pide un poco más. Uno de esos vinos que, una vez abiertos, no vuelven a la cava. Un vino que me hace salivar pensando en el Merenzao que aún guardo al fondo. Recomendable.

Únete a 4.965 seguidores más

do Ribeira sacra