Revista Ciencia

Ver la luz al final del túnel

Por F.guiral - S.pérez

Sara Pérez Jerónimo

Periodista

Hace apenas un mes, Estados Unidos decidió abrir la puerta a la investigación con células madre embrionarias. La primera afortunada en obtener el visto bueno de la Food and Drugs Administration (FDA) fue la empresa biofarmacéutica Geron Corporate, encargada de llevar a cabo un tratamiento experimental en pacientes con lesiones medulares del que aún no conocemos los primeros resultados.

Ahora le ha llegado el turno a Advanced Cell Technology (ACT). La empresa acaba de recibir luz verde por parte de la FDA para comenzar una terapia experimental con 12 enfermos que padecen dos tipos distintos de retinopatías, la enfermedad de Stargardt y la degeneración macular.

La enfermedad de Stargardt es una afección congénita de carácter hereditario que habitualmente se manifiesta en la infancia o en el período de la adolescencia. Los síntomas comienzan con una leve y progresiva disminución de la visión cuyo desenlace, no podía ser más dramático, conduciendo a la persona lentamente por un sendero sin salida que en muchos casos termina en ceguera.

Ver la luz al final del túnel

Hoy en día aún no tiene una cura. “En la actualidad, no existe ningún tratamiento contra la enfermedad de Stargardt” aseguró el doctor Robert Lanza, responsable científico de ACT.

Por su parte, la degeneración macular es una de las principales causas de ceguera en ancianos, con cifras que superan los 30 millones de afectados en todo el mundo. La enfermedad afecta directamente a la mácula, la parte del ojo encargada de la agudeza visual central, destruyendo lentamente sus células y provocando un deterioro de la visión irreversible.

El reto es complicado: transformar las células madre embrionarias en células del epitelio pigmentario de la retina. No obstante, es importante recordar el importante papel de este tipo de células para la investigación y el futuro de la medicina. Y es que las células madre embrionarias son las únicas con capacidad de multiplicarse de forma ilimitada y de transformarse en cualquier otra célula del cuerpo. Su potencial a la hora de tratar enfermedades hasta el momento sin cura es enorme.

“Las células del epitelio son aquella que reciben la luz en el ojo y lógicamente, son fundamentales para la visión. Las investigaciones con animales nos permitieron lograr una mejora del 100% del rendimiento visual, sin ningún tipo de efecto secundario” aseguró Lanza.

El comienzo de estas pruebas clínicas marca un antes y un después. “Las generaciones futuras verán este momento como uno de los más emocionantes en la historia de la medicina. El campo de la medicina regenerativa está a punto de tomar nuevos rumbos gracias a la terapia con células madre embrionarias para tratamientos concretos que cambiarán la vida de millones de personas en el mundo” subrayó William M. Caldwell, presidente y consejero delegado de ACT.

En los últimos años, la investigación y la biotecnología aplicadas a la medicina están haciendo historia. Sin embargo, la sociedad no avanza al mismo compás y aún son muchas las trabas con las que se ha de enfrentar día a día la investigación con células madre embrionarias. Dilemas morales y éticos sin sentido, sobre todo cuando estamos en un terreno de juego en el que se enfrentan cara a cara la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, la salud y la enfermedad. Tal vez muy pronto, la oscuridad de paso a la esperanza, y de nuevo, muchos enfermos puedan ver la luz al final del túnel.


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