Revista Psicología

Verdad #8 para Hacer Click con los Demás: Haz la paz y no la guerra con palabras

Por Jorge Villanueva @elcaminomediojv
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Compostura

Si esta palabra no aparece en tu vocabulario, debes agregarla. Para mi significa dejar de hacer o decir algo que pueda lastimar a alguien más o incluso a ti mismo en el futuro.

Debes estar consciente de si ejerces control o moderación, y si ello te está jalando hacia atrás cuando tu impulso es ir hacia delante. No significa que no puedas actuar con tu corazón, pero asegúrate de que tu cabeza esté en el lugar adecuado.

Nuestra boca se puede convertir en una de las armas más violentas en el campo de batalla de la vida. ¡Las palabras tienen poder!, pero podemos crear situaciones en las que todos ganan (tú, otros y yo) al dominar el arte de la crítica constructiva y la concesión de poder; esto cuando logramos que nuestras palabras sean tan exactas y penetrantes como la precisión quirúrgica de un escalpelo, así evitamos un desangramiento y una cicatriz.

En vez de eso, si usamos bien las palabras, reparamos el daño, enseñamos e inspiramos.

No eres tú contra mí ni tampoco se trata de si está bien o está mal. Más bien me cuestiono a cerca de, “¿qué mensaje he enviado que le dice a la gente que está bien que se me acerquen de esa forma?”.

Un elemento clave para hacer un click exitoso en los negocios y en la vida, es estar consciente del Timing de otra persona. Debido a que cuando la oportunidad es inapropiada, nuestro primer impulso con frecuencia es iniciar una guerra de palabras. Y ésa es la peor forma de crear y mantener relaciones.

Cuando de verdad le importas a alguien, primero se detendrán a pensar en ti.

No puedes cambiar a otras personas. Todo lo que puedes hacer es cambiar tú y la forma en que respondes a ellos.

Tengo que cuestionar qué mensajes estoy enviando para que la otra persona crea que está bien decirme eso o asumir cierta conducta. Puedo ser igual de culpable por involucrarme en demasiados compromisos.

Piensa antes de hablar

Las palabras tienen muchos significados, dependiendo de quién las pronuncia y quién las escucha.

Aunque muchas veces estés tentado a decir el primer pensamiento que te viene a la mente, es importante evaluar las palabras antes de pronunciarlas, sobre todo cuando alguien te hace enojar.

Pregunta a la persona que cometió el error cómo manejaría la situación si él estuviera en tus zapatos.

El truco es hacer que quien cometió la falta descubra la solución por sí mismo.

Las palabras son herramientas que automáticamente sacan conceptos de experiencias.

Cuando las cosas salen mal y estás tentado a usar un lenguaje ofensivo, analizar la forma en la que se siente, también es una buena lección.

Por eso:

¡Cuida tus palabras!

Evita usar un lenguaje que fomente una atmósfera negativa y combativa.

Haz un plan para ello

Debes diseñar un plan de respuesta para cuando el desastre golpee tus proyectos, relaciones y fechas límites. Tu objetivo es escapar de las chispas sin aumentar las flamas con palabras furiosas.

Hay personas que disfrutan reaccionar de mala manera. Puedes prevenirte cuando te toquen esas personas. Deja que tu mente se desplace a un momento cuando la persona te inundó con palabras hirientes. Ahora prevé inmune y sin estar afectado.

Aléjate de la situación

Algunas veces la mejor forma de escapar de una confrontación es ofrecer una disculpa, ir a otro cuarto o decirle a la persona que tienes que colgar, pero luego le regresarás la llamada. Haz lo que sea necesario para escapar del conflicto. Un cambio de escenario te distraerá y te permitirá resistir la urgencia de lanzar al ofensor una descarga de obscenidades.

Cálmate

El secreto para calmarse en el calor de la molestia depende de que te conozcas, y sepas cuáles técnicas funcionan mejor para ti.

Hacer que el corazón bombee liberará endorfinas que disiparán la molestia.

Piensa en el panorama completo

Si hoy usas tu lengua para destrozar a alguien, ¿qué efecto tendrá esta situación el día de mañana?

Examina todas las consecuencias.

Ubica tu propio problema

El autoconocimiento es la clave para el manejo exitoso de la ira. Una vez que sepas qué te molesta y por qué, será más fácil controlarla cuando ésta se presente.

Escríbelo

Escribir es una forma maravillosa y segura para “desahogar” tu respuesta emocional de forma que nunca pongas en peligro tus relaciones, debido a que las palabras escritas en un furioso frenesí nunca se dicen ni se comparten.

Otro beneficio de la escritura es que te desacelera, forzándote a pensar sobre cómo te estás sintiendo y cómo responderás a la situación.

Si decides que debes confrontar al ofensor, pon también eso por escrito y compón un guión para la conversación. De esa forma, predeterminas qué dirás y cómo lo dirás.

Cuando dudes, ¡no lo hagas!

Si no estás seguro de lo que sucedió, debes abstenerte de decir cualquier cosa hasta confirmarlo y analizarlo.

Escoge con sabiduría el momento adecuado

Para tu confrontación busca el Timing adecuado y el mejor lugar. Analiza todo.

Comunícate frente a frente

Transmitir información importante vía telefónica, correo electrónico o por medio de un fax es frío e impersonal, y muestra indiferencia. Además, tu presencia física transmite mil mensajes fuera del ámbito verbal.

Recuerda que menos es más

Verbosidades y parloteo generan cosas poco claras e inarticuladas. Sé claro, sé sucinto y serás comprendido y recordado.

Usa un enfoque sutil

En ocasiones es mejor presentar tu crítica bajo el disfraz de un ofrecimiento de ayuda.

Tenlo hecho

Si no cumples tus promesas, colocarás sobre ti una nube de desconfianza, decepción e incredulidad que manchará tu reputación.

Tus actos hablan tan fuerte que no puedo escuchar lo que dices.

Mil palabras no dejarán una impresión tan profunda como la que deja una acción.

Nunca subestimes el poder de tus palabras, o tus acciones. Deja que una refuerce el poder de la otra. Juntos son los bloques de construcción para el éxito en todo lo que hacemos.

Los colores se desvanecen, los templos se derrumban, los imperios caen, pero las palabras sabias permanecen.

Poniendo todo en práctica

La mejor forma de incorporar estas virtudes a tu vida diaria es, en primera instancia, conocer tu forma y estilo de hablar. Analízate cómo reaccionas y cómo te comportas ante cada situación.

Ahora, piensa en tres situaciones en las cuales perdiste el control y dijiste palabras hirientes porque pensaste que era la única forma de ser honesto. Recuerda el calor de ese momento y después piensa cómo pudiste haber hecho la paz, y no la guerra, con tus palabras.

Aquí hay algunos consejos:

Literalmente muérdete la lengua.

Aléjate para caminar.

Escribe lo que piensas hasta que encuentres una forma diplomática de expresarte.

Repite a la persona lo que ella le acaba de decir (ley del espejo).

Inhala profundamente y piensa en las consecuencias de tus frases; visualízate diciendo palabras positivas para crear un resultado óptimo.

Di: “necesito algo de tiempo para pensar antes de poder responder”.

Si se te ocurre un método más efectivo; haz una lluvia de ideas y practícalo con un amigo para que la próxima vez que surja una confrontación verbal, pruebes tu teoría. Haz la paz y no la guerra, con tus palabras.

Factores clave para hacer CLICK

Siempre:

Escucha activamente. Si no comprendes lo que una persona quiere decir, pregúntale o expón tu interpretación.

Habla con el corazón, encuentra palabras motivadoras y ofrece una crítica constructiva.

Ten en mente:

El silencio es oro. En ocasiones, no decir nada es mejor que decir palabras equivocadas en un momento erróneo.

Al momento de construir lazos y reconciliarse, recuerda que las cartas personales son más efectivas que las notas, las notas son más efectivas que los correos electrónicos, y los correos electrónicos son más efectivos que no hacer nada.

No lo hagas:

Hablar antes de pensar.

Decir lo primero que te viene a la mente cuando estás molesto.

Ser personal. Mantén la crítica constructiva optimista y alimentándose.

Asegúrate de:

Que tus palabras sean las adecuadas para tu audiencia, de esta forma podrás tener una conversación productiva.

Usa palabras de empatía y compasión en momentos difíciles y de crisis. Las palabras correctas en el momento adecuado pueden cambiar una vida.

Contenido del Curso:

Cómo Relacionarte y Hacer Click con los Demás

Las Tres Variables Para Relacionarte y Hacer Click con Otros

Verdad #1: Sé Auténtico

Verdad #2: Comunícate con el Corazón

Verdad #3: Ama, Sirve, Da y Agrega Valor

Verdad #4: Alimenta tus Relaciones y a Ti Mismo

Verdad #5: Bendícelos y Libéralos

Verdad #6: Confía primero, la Desconfianza debe Ganarse

Verdad #7: Adapta tus Relaciones para la Compatibilidad Perfecta

Verdad #9: Ábrete a todo y no te aferres a nada; la mejor idea gana

Verdad #10: Se necesita trabajo en equipo para realizar el trabajo soñado

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