Revista Cocina

verde, que te quiero verde

Por Mikeyf
Admito que cocino poco con verduras, y eso que, por ejemplo, me encantan las espinacas, las vainas y el brócoli. Pero este es el territorio de mi madre, la mujer más saludable a la hora de comer que conozco.  El caso es que llegan las Navidades, ese tiempo del año en que comemos como si no hubieramos comido en el resto del año, en el que sacamos todas esas recetas que sólo usamos una vez al año (que si la pata de cerdo asada, que si pavo, que si pulardas). Y claro, luego está el turrón, los polvorones, el turrón, las almendradas... ¿He hablado ya del turrón?
Y claro, uno necesita compensar, para que el impacto después sea menor. Sobre todo, teniendo en cuenta, que todavía acarreo el peso (de más) de las vacaciones (Bath, Asturias por partida doble y Madrid) y que, para fastidiar, tengo cita con el cardiólogo justo después de Reyes y me va a cortar el michelín con una sierra eléctrica.
Conste que yo lo intento. Lo juro, pero luego veo hojaldre o una maleni (o dos, o tres) y claro, me pongo tonto y quiero comer más dulce del que debería. (Propósito del año: comer menos dulces y cocinar más saludable. Tengo miedo de ser como Bridget Jones y no mantener mis propósitos. Veremos).
Esta semana me he prometido a mí mismo el intentarlo de verdad, y me he puesto manos a la obra con esta receta vegetariana.
El caso es que me ha dado mas trabajo el fotografiarla que cocinarla, porque mira que queda feo un puré verde (y más si tiene tropezones, como este) en foto, pero con la ayuda de un par de patatas, y un poco de crème fraîche, hemos conseguido que no quede tan horrible. Pero lo realmente importante es lo buenísimo que está.
Obviamente, para hacerlo más healthy si quieres, usa aceite vegetal en vez de mantequilla, y no uses crème fraîche.
verde, que te quiero verde
Crema de espinacas

25 g. de mantequilla
200 g. de patatas, peladas y cortadas en daditos
300 g. de puerros, limpios y picados en tiras
300 g. de espinacas
300 ml. de caldo vegetal
sal y pimienta
zumo de limón
nuez moscada
crème fraîche
rayadura de limón
Fundimos la mantequilla a medio fuego en una cazuela de tamaño medio. Agregamos la patata y el puerro. Los dejamos cocerse a fuego lento durante unos diez minutos.
Agregamos 200 g. de espinacas y las tapamos, cociéndolas unos 3 minutos. Salpimentamos y añadimos la mitad del caldo.  Llevamos a ebullición y dejamos cocer 20 minutos tapando la cazuela parcialmente.
Después trituramos la mitad de la sopa hasta obtener una textura homogénea. Lo devolvemos a la cazuela.
Por último, trituramos las espinacas que faltan con el resto del caldo y la incorporamos a la sopa. Entonces añadimos el zumo de limón (al gusto) y una pizca de nuez moscada, recién rallada). Recalentamos a fuego lento.
Si se quiere una crema algo más liquida, se puede añadir un poco más del caldo.
Servimos en unos cuencos y adornamos con algo de crème fraîche y un poco de ralladura de limón. Esto es opcional, pero queda muy cuqui.
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