Viajar con niños: acuario de La Coruña y Domus

Viajar con los peques no siempre es fácil, porque hay que buscar lugares en los que se diviertan y en los que puedan disfrutar, que sean amenos para sus mentes en crecimiento y que permitan que además aprendan cosas nuevas. Como mamá he vivido en primera persona la dificultad de buscar lugares en los que mi hija pudiera disfrutar, entretenerse y a la vez aprender cosas nuevas, lugares adaptados para que los niños los visiten y que los padres también podamos divertirnos un poco. De ahí que a partir de ahora incorpore a la web esta nueva sección, en la que os iré recomendando algunas visitas que hemos ido realizando nosotros con nuestra hija y que nos han gustado, tanto a ella como niña, como a nosotros como padres que queremos ir inculcándole la importancia de "ver mundo" y estar abierta a nuevas experiencias. Una de la visitas que hemos realizado este verano ha sido a La Coruña. La ciudad es una maravilla y merece la pena disfrutar de un paseo por el paseo marítimo, una vuelta en tranvía por la zona de la costa, la playa, el centro de la ciudad... pero si buscamos algo diferente para hacer con los niños o nos toca uno de esos días de lluvia tan comunes por allí, hay dos lugares que os recomiendo: el acuario y el Domus.
El acuario de La Coruña (Aquarium Finisterrae) está ubicado en la misma costa, en el Paseo Marítimo de la ciudad, muy céntrico, a los pies de la Torre de Hércules. Destaca por la gran sala de fauna marítima autóctona y en la que se puede aprender muchísimo de las costas de Galicia, que es lo primero que se visita, y en la que además de vez en cuando organizan talleres didácticos gratuitos de aproximadamente una hora de duración, para todos los públicos. Nosotros pudimos disfrutar de uno de tiburones que fue muy entretenido e interesante.

Habitantes del acuario: estrella de mar

Habitantes del acuario: caballito de mar

Otro de los puntos fuertes es la Sala Nautilus, que como su nombre indica recrea la decoración del famoso submarino literario y está totalmente rodeada de un gran acuario repleto de especies de todo tipo.

Sala Nautilus

Por último, en el exterior, las focas hacen las delicias de todos los visitantes. Os recomiendo que intentéis ver el momento en que las alimentan, que es muy divertido.

Las focas están en un recinto al aire libre

La tienda del acuario, a la salida del mismo, tiene preciosos recuerdos que a los peques les encantarán: peluches, libros...Si queréis, podéis comer en el restaurante del acuario, con unas estupendas visitas o a la Torre de Hércules o a la bahía. Tienen menús del día bastante aceptables.

Vistas desde el restaurante

Otro plan muy interesante y que podéis realizar el mismo día, ya que ambos están muy cerca y se pueden adquirir entradas combinadas, es visitar el Domus En el Domus toda la familia va a poder aprender mucho sobre el ser humano de una forma divertida y amena, ya que es en gran parte una exposición con elementos interactivos, de forma que probando todo, tocando, viendo, escuchando, uno se entretiene y aprende. El edificio en sí es una maravilla arquitectónica y también merece la pena el invertir unos minutos admirando el exterior del mismo. Luego, dentro, nos aguardan diferentes áreas de conocimiento: Genética, Evolución e Inteligencia. Por lo que he podido ver en las ya varias visitas que he realizado, lo que a los peques (y no tan peques) más les atrae es la máquina en la que mediante el uso de ondas cerebrales se logra mover una bola. Hay que competir en pareja, por lo que os aseguro que podréis pasar un rato entretenidísimo.