Revista Cultura y Ocio

Viajar libros (4): El "rally Dakar"

Publicado el 18 enero 2013 por Pollo @0enliteratura
A pesar que ya estoy un poco aburrido de las noticias del Rally Dakar, y que soy indirectamente culpable de uno de sus distintivos, recuerdo todavía lo bien que la pasé en mi travesía por ese recorrido, rumbo a Argentina.
Viajar libros (4): Atravesé el sur de la costa peruana hasta Tacna y de ahí pasé a Arica. En esta ciudad pagué con un billete de Gabriela Mistral un "avemayo" (así le llaman al pan con pollo), luego de un paseito por la Plaza, cerca del busto de la poestisa que fue Premio Nobel, con el morro de fondo.
Sería un poco ocioso comentar sobre el paro de transporte en Bolivia, como quedé varado en la puna o los problemas con la policía chilena. Voy a ponerle quinta y resumir diciendo que la ruta del Dakar (y la que yo seguí) va de Arica a Calama, atraviesa el desierto más árido del mundo para llegar a San Pedro de Atacama y luego de muchas horas y previo pase por los controles fronterizos, pasé por Jujuy y de ahí a la bellísima ciudad de Salta. Lamentablemente el cansancio y el tiempo me impidieron hacer una revisión más bibliográfica en Salta. A pesar de eso, en esta ciudad, cerca de la Plaza, pasé por una linda tienda de amplias vitrinas, con libros novedosos y coloridos, una versión mejorada de Ibero, donde no llegué a entrar, pues apuré el paso para comer algo, luego de día y medio sin probar bocado. Por San Miguel de Tucumán solo estuve de paso y fue recién en Córdoba donde, puede explorar librerías con total comodidad.
Ya desde que vi los kioskos de periódico sentí la pegada (son enormes comparados con los de acá) y no solo hay un montón de diarios y revistas sino también bastantes libros, incluso Anagrama. Por acá sería difícil conseguir, por ejemplo Amuleto de Bolaño en un kiosko.
Viajar libros (4): Caminé por la Avenida General Paz y entré a la primera librería de viejo que encontré, algo similar a las que hay por la Av. Camaná, un poco carera, pero bastante amplia (atendían cuatro personas). Más que el tamaño, lo que me gustó fue el orden: nunca había visto que un puesto sea tan ordenado y con tantas secciones (con sus respectivos cartelitos): novela policial, romántica, ciencia ficción y cada uno ordenaba los autores alfabéticamente. Sin contar grandes estantes para Historia, Filosofía, Ciencia, etc.
Viajar libros (4): Si así es un puesto de libros usados, las librerías grandes son buenazas. En Córdoba debe haber más librerías que en Lima, a pesar que tenemos 6 veces más habitantes. Una cuadras más allá está la sucursal de El Ateneo (que debe ser la cadena de librerías más grande de Argentina): realmente un paraíso. Lástima que me dijeron que no se podía tomar fotos (en otras sucursales no pasaría esto). Igual la tomé rápido, pero salió movida.
En la siguiente cuadra se llega al cruce con la Avenida Dean Funes, el centro del comercio de libros, donde tenemos un montón de librerías: por ejemplo "Maidana", "Rubén Libros", "Libros Moreno" o "Cúspide" entre muchas otras.

Viajar libros (4): Aunque la más alucinante es, sin duda, "El mundo del libro", que ocupa toda una esquina, donde hay incontables Anagrama, Tusquets, Emecé y bastantes obras de Philip K. Dick, John Cheever, Georges Perec y otros autores que no se encuentran mucho por mi barrio.
Viajar libros (4): Fue una cuadra más allá, en la calle Obispo Trejo, donde encontré la tienda de saldos Macao (algo así como el RIGUSE de las Ferias). Libros buenos y nuevos, pero baratos. Había bastante para elegir, pero me decanté por tres: La moneda de hierro de Borges y Republicanos de Iwasaki (que lo remataban a un equivalente a 15 soles). De ambos comento un poco aquí. La mayor sorpresa fue encontrar el tomo II de Relatos de John Cheever, en otros sitios estaba en 219 pesos, preo allí lo encontré a 140 pesos y en perfecto estado, sobretodo considerando que el segundo volumen es más difícil de encontrar que el primero.
Viajar libros (4): Pero así como Córdoba es un paraíso para los amantes de los libros (y para muchas otras cosas) también tuvo sus malos tiempos. Luego de descansar un rato en la Plaza San Martín, llegué hasta el Pasaje Santa Catalina, donde se encuentra el que era el Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba el cual fue un centro de detención y tortura durante la dictadura de Videla.
Viajar libros (4): Fue chocante conocer por dentro las instalaciones y descender a las mazmorras donde se martirizaba a los presos, pero otras de las cosas que más me sorprendió fue la sección denominada "libros prohibidos". No solo se encontraban libros que, podría pensarse, difundían ideas contrarias a la visión de los gobernantes de entonces o libros de una posición política particular, no. En la enfermiza mentalidad de los militares de aquella época, se prohibían libros como la Biblia e incluso libros para niños como Dulce de leche o Un elefante ocupa mucho espacio porque decían que "agravia la moral" (wtf?) u otros censurados porque "prevalece el compañerismo antes que la autoridad".
Los libros pueden ser difundidos o censurados, adorados o prohibidos. Según el diario La Opinión del 30 de abril de 1976, en Córdoba de aquella época se ordenó una quema colectiva de libros, entre los que se hallaban obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano... en fin... 
Viajar libros (4): Estas cosas deprimen, pero sin duda, a pesar de la fatiga, los kilómetros, las dormidas en cualquier sitio y las comidas salteadas, mientras paseaba por la rivera del hermoso río Suquía, sólo me quedaba alegrarme de la suerte que tengo.
Próxima parada: Rosario.
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