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Viaje acelerado al fin de la noche

Publicado el 06 mayo 2010 por Joaquín Armada @Hipoenlacuerda

“I bought this guitar to pledge my love, to pledge my love to you”

Banda sonora que escucho en un bucle adictivo y sin fin mientras escribo: Rock bottom riser, de Smog. La he descubierto en After, la última película de Javier Rodríguez, una brutal historia de soledad que recomiendo sin dudas. Me encantó y me ha hecho pensar en muchas cosas. Espero que la escuches mientras sigues leyendo.

Sinopsis. After” cuenta una noche de juerga de tres amigos, dos chicos y una chica, que bordean los cuarenta. Tres amigos que ya sólo se ven una vez al año. ¿Os suena? Rodríguez juega con una admirable maestría con el puzzle de las tres visiones que cada uno de ellos tiene de esa noche de juerga que es un viaje acelerado al fondo de sus miedos, deseos y frustraciones. Todos tienen una visión de esa noche y todas son mentiras sinceras.

En “After” la droga es un elemento fundamental, un medio rápido y fallido para entrar en el país de la felicidad. Y este “viaje” de Tristán Ulloa, Guillermo Toledo y Blanca Romero - los tres brillantes en sus interpretaciones, magnífico Toledo – me ha recordado Estado alterado, uno de los mejores libros que he leído. Escrito por el periodista musical Mattew Collin, Estado alterado” es el relato de la revolución que el éxtasis provocó en los noventa y uno de los libros más notables sobre la Inglaterra de fin de siglo.

En sus páginas están la invención del MDMA en la Alemania de la Primera Guerra Mundial y su redescubrimiento por un grupo de científicos californianos en los sesenta, que hicieron de esta droga su secreto elixir de la felicidad. Luego, su asociación con la música y su industrialización en los noventa. “Era un negocio altamente lucrativo para las personas emprendedoras - escribe Collin - a ambos lados de la ley. En 1993 el circuito de baile británico movía 1,8 billones de libras al año, una cantidad equiparable a las industrias del libro o de la prensa escrita”.

Es sólo una anécdota pero al releerla de nuevo, después de ver este viaje frustrado al país de Nunca Jamás de “After”, me ha llamado más la atención. Dos puntos. El 1de mayo de 1997, Tony Blair ganaba las elecciones con una aplastante mayoría. Su sintonía de campaña había sido un himno del éxtasis, Things Can Only Get Better, creado por un declarado consumidor de esta droga, Peter Cunnah, de D:Ream. Luego llegaron la madurez, los sueños frustrados y los deseos cumplidos, las recopilaciones de grandes éxitos, los escenarios derrumbados.

27/10/09


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