"Viaje al centro de mis mujeres" de Alicia Domínguez

Tras la ruptura con su pareja, Lola recibe la trágica noticia del suicidio de un hombre cuyo desahucio ella ordenó. Su prima Sara, fotógrafa y activista del 15M, es imputada por ocupar el emblemático edificio Valcárcel de Cádiz. Sus destinos volverán a encontrarse en un viaje a Portugal, en el que ambas intentarán dejar atrás sus particulares demonios. En este viaje, lleno de sorpresas y fascinantes encuentros: un anciano centenario que cuenta historias fabulosas; una fadista, a la que su padre y su marido prohibieron cantar; un homosexual, con un insólito pasado, que viaja con su pareja y sus dos hijos; un echador de cartas, que despierta en Lola una pasión largamente dormida, y una seductora mujer, propietaria del hostal La Menuíta, un lugar donde "verdaderamente se calma el dolor", Lola y Sara descubrirán lo que son y, sobre todo, lo que fueron las mujeres que las precedieron y cuyas energías aún llevan pegadas a la piel.

Encuadernación: Tapa blanda

Un viaje al centro de uno mismo, cuando necesitas escapar y encontrarte pero ni tú misma lo sabes. Por casualidad Lola cambia su viaje y decide emprenderlo junto a su prima Sara. Nunca sabrá que habrá hecho una magnífica elección.

Una historia a ritmo de fado, en momentos con una historia decadente, en otros se volverá álgida, desgarradora y pasional, pero sin lugar a duda con tintes románticos; no sabiendo si anhelar tiempos pasados o bien luchar por el futuro. Tiene el sabor a Lisboa; una ciudad que conserva sus aires de antaño pero no por eso se niega a ser más cosmopolita. Podría ser un paralelismo con Lola: nunca va a olvidar quién es ni de dónde viene pero tiene que romper con ese pasado para poder evolucionar, cambiar. Y es que en muchas ocasiones podríamos coger alguno de los consejos que le dan a la protagonista y tal vez veríamos la vida de otro modo, olvidarnos en ocasiones de las ataduras.

Su prima es su polo opuesto: vivaz, aprovecha el momento y tira hacia delante pese a quién pese, pero no por ello está exenta de momento que le hagan sentir culpable y que tampoco le dejan avanzar. Ambas sacan algo en claro con el viaje.

Es una novela de la que todo el mundo podrá sacar algo en claro y en tal caso de tener todas " esas lecciones " aprendidas pues disfrutar un rato de un paseo por Portugal.

Tiene una justa extensión y un ritmo adecuado, no se hace monótono en ningún momento, va encadenando las vivencias de ambas gracias a los personajes que se van encontrando a lo largo de su periplo y que van sirviendo de nexo de unión de todas las etapas.

Hablamos por tanto de un viaje introspectivo, pero a la vez se nota que a la autora le apasiona el país vecino y lo describe con emoción y nostalgia. De algunos sitios puede incluso tomarse casi como guía. No ya sólo describe las ciudades, también locales. Pero no cae en la pesadez.

Una novela que deja al descubierto que los libros autopublicados no tienen porqué no tener calidad ni estar bien cuidados.