Revista Diario

Viajes trasatlánticos con pequeñas bestias

Por Desmadreando @desmadreando

Toda madre que pretenda viajar ha pasado por las siguientes búsquedas en San Guglé:

- Como viajar con niños

- Volar en avión con niños

- Consejos para que el jet lag sea más llevadero

- Como entretener a un niño en el avión

Vamos esas son las búsquedas lógicas. Sabemos bien que también podremos encontrar:

- Como ligarse a la azafata (vuelo y niño arroja ese resultado inténtelo no es broma)

- Juegos eróticos en el avión (no ponga esos ojos yo también lo pensé pero existe de todo en este mundo)

Y otros resultados muchos más hardcore pero que se los dejó a sus mentes cochambrosas o a sus búsquedas digitales.

Además de esto, las madres con ímpetu viajero hemos visitado todo tipo de foros buscando los consejos perfectos para hacer las horas de vuelo más placenteras y el jet lag menos sufridero.

Temo decirles algo: NADA FUNCIONA.

Bueno miento hay algo que es irrefutable: las tremendas ganas de viajar.

Si usted tiene en mente durante las 12 horas de vuelo trasatlántico “esto es algo que yo deseo y que nada ni nadie estropeará” pues tiene la mitad del camino recorrido. No habrá llanto, vómito, fiebre o quejido que le quite a usted la imagen mental perfecta. Eso y unas cuantas gotas de San Apiretal- o Ken pharma- que luego por una amiga farmaceútica me enteré que me habían dado la marca libre. No obstante, cabe aclarar que su imagen mental de la vacación perfecta será sólo eso: una quimera. Es lo más parecido a un Oasis que he vivido.

Yo que me imaginaba tumbada en la playa viendo el azul turquesa del Caribe, el sol bronceando mi blanca piel, una margarita hidratándome y un negro abanicándome pues me da que de esto sólo el azul turquesa fue cierto. Mi piel siguió blanca, de la margarita sólo sorbí un par de tragos y el negro fue mi Semenator que me dio “aire” para cuidar a su hija mientras el disfrutaba del concepto “todo incluido” del hotel. Vamos que el paquete todo incluido de la vacación perfecta de mi macho alfa manifestaba la “libertad condicional de la familia”. Es decir mientras yo me voy a la playa tú te jodes encargas de la bestia.

vacaciones para madre

No obstante pienso darles unos cuantos consejos que la vida- bueno más bien dos viajes cruzacharcos- me han curtido como cuasiexperta.

- Para viajar el niño mientras más pequeño mejor. Uno cree que es peligroso, incómodo y que es una crueldad. Nada de eso. Se puede solicitar una cuna, los horarios son más marcados, se entretienen con cosas sencillas: los vasos de plástico y las revistas son un gran descubrimiento. Vamos de haber sabido hubiese viajado a mis anchas de los 4 a los 8 meses de la Critter.

-Nada como sonreír mucho y hacerle la pelota desde la señorita del mostrador hasta la azafata. Esto puede llegar a significar la diferencia entre la vida y la muerte. Cuando la Critter tenía 6 meses me dejaron subir la Maxi-Cosi bloquéandome un lugar para ella con todo y silla. Ahora a sus 12 meses en el viaje de regreso me dejaron una fila de 4 asientos para que la pudiera tumbar (vamos hubiese sido la ostia repera sólo que eso de tumbarse con mucha luz, ruido y estímulos no es para la Critter).

- No se lleve el belugaboo. Invierta usted en una carreola muy cutre pero duradera de fácil plegado o si eso en un cubrecochecito por que los desgraciados les vale y manipulan tu cochecito como maleta. Mi belugaboo gris plata regresó de color negro- eso más el merecido regaño de Semenator me hizo aprender.

- Invierta usted en un portabebés cómodo. Nada como pasear a la bestia pasillo arriba pasillo abajo y sobre todo a la hora de tener que cargar bolso, pañalera, juguetitos y compras uno no se da a basto con las ocho manos que proveyó Dios a toda madre. Además temo decirles que a pesar de que uno pueda llegar hasta pie de avión con cochecito no significa que a la bajada se lo tengan a la puerta- de normal uno tiene que ir hasta la salida a la zona de recogida de equipaje a recoger su cochecito. Eso significó caminar un largo trecho con la nenita en brazos.

- De ser factible recomiendo ampliamente solicitar los asientos de hasta adelante. Que no le de reparo joder a todo el avión. Es el momento de la venganza. ¿Acaso usted no se ha chutado el lloro de algún niño? Pues eso. Es la hora de decir: aquí les va mi orquesta. El lugar de hasta adelante tiene un poco mas de espacio que permite estirar las piernas, poner el arsenal de toallitas y de pañales, poder poner al niño un poco en el suelo a que se estire y si es necesario tumbarse a dormir en el suelo mientras que la Critter se despelota a sus anchas en los cuatro asientos que le brindaron.

-Lleve una manta que no le importe tirarla después para poder colocarla en el suelo a forma de tapete para juegos.

-Vista a su bestia de manera cómoda. Vamos que olvídese de las cien mil capas, eso lo dificulta todo en caso de cambio, vómito, manchas o refresco tirado encima.

-Ipad, ¡oh bendito!, qué haría yo sin él. No sabe lo que da de sí. Es una GRAN GRAN inversión.

- San Apiretal es obligatorio. No me salga con chorradas de herbolarios o de que yo no le doy a mi niño nada de nada. Vamos esto es por el bien del niño y sus oídos-bueno y un poco por el bien de las Santas Madres aunque de Teresa solo tenga la a al final de mi nombre y no conozca Calcuta. Vamos que de Santa tengo poco.

-Obligatorio viajar con pareja o alguien quien pueda sostener a la bestia para ir a echar el agua de riñón cuando se es necesario. He viajado sola y eso de sostener con una mano a la niña en el lavabo del avión mientras la otra baja pantalón es un riesgo muy elevado. Digamos que nunca mejor dicho su hijo podría caer de una altura significante.

- Lleve mucha comida para entretener. Los gusanitos fueron probados por cada uno de los pasajeros se lo puedo asegurar. “Ay que niña tan mona” y la Critter alargaba la mano y compartía y pues eso “todos a comer gusanitos”.

- Cargue su ser con muchas notas mentales del tipo: No me importa lo que diga la gente, no me importa que me hagan shhhhh para acallar los llantos inconsolables de mi hija, no me importa las gilipolleces del tipo “mira tú si hay que tener uno de esos- refiriéndose a mi hija- para poder pasar antes al avión” . Usted solo uploadee la imagen mental del mar, silencio, margarita, éxtasis. El resto es ruido de turbina.

-Si puede enséñele alguna gracia a su bestia. Por ejemplo, la Critter aprendió a dar besos tronados. Así que le abrimos la revista del avión y apareció Matthew Mcconaughey y le daba besos a la foto una y otra vez y todos partidos de la risa. Si es que la tengo bien entrenadita…y de que la puedo culpar como pa no darle besos al macizorro… La empatía y la simpatía hacen que los pasajeros sean benevolentes con usted. Algunos hasta le harán palmas palmitas o algún tipo de juego y su bestia será apaciguada de manera ajena.

En cuanto al jet lag:

-Heme aquí a las 2:30 am escribiendo un post. Por lo cual no se puede hacer mucho.

Los primeros dos días de llegada al destino y al regreso son duros- es decir muy jodidamente  duros. Su bestia tendrá el hambre a horarios locos, no le bastará el biberón pues quiere algo sólido y no entiende que no pueda jugar con el “guau-guau” a estas horas. Eso sumado a gritos desconsolados de “mammamaaaaaa” pues bueno es un tanto agotador.

Nota: De ida todo es mucho más llevadero, la resaca vacacional de regreso hace que sea un infierno.

Una vez pasado el avión y el jet lag la vacación ha llegado. El agua les flipa, el calor los agota y duermen como angelitos y bueno si la madre se echa unas cuantas piñas coladas pues hasta la paciencia se acrecenta.

No lo duden- les recomiendo viajar, mientras más lejos mejor.

Recuerden- suelo mentir- así que ya dependerá de usted si descubre o no cuales son las mentirillas piadosas de este texto.

 


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