Vicente del bosque: la gran mentira

Aguantó bastante, casi hasta el final del partido de su carrera como seleccionador. En los minutos de descuento, sacó la patita y demostró como es realmente: un tipo no tan amable y bonachón como algunos creen.
Repartió cera sobre Casillas y más temas, algo que se podía haber guardado y demostró que a su más que evidente poco utilidad como seleccionador se une la de una personalidad gris, tirando a oscura, que no le dejó irse como un señor a casa y que le mostró como lo que es.
Es amigo de Villar, muy amigo, eso es aval suficiente para saber que muy buena persona no puede ser porque todo el que rodea al señor de la FIFA que se dormía en los aviones no pinta muy claro. Recuerden que sus superiores están imputados y él está con la espada de Damocles encima. Cuestión de tiempo. Sabemos que esa organización ha llevado los mundiales a países dudosos en muchas cosas, y sabemos los motivos. Pero el dinero manda, está por encima de los derechos humanitarios. Los juzgados hablarán.

Muchos me dirán que este señor, Vicente, nos ha hecho campeones de Europa y del Mundo. Es cierto pero con matices.

El mérito indudable fue de Luis Aragonés, un entrenador con mayúsculas. El que revolucionó el fútbol, de verdad, de este país, para siempre. Tuvo el valor de dejar fuera a Raúl de la Selección (no a Diego Costa) y adoptó el estilo del Barcelona con sus particularidades de temperamento. Innovó. Era el estilo del equipo catalán, del cual había muchos jugadores, pero con su matiz de sabiduría. Del Bosque no ha aportado NADA. Ha recogido los frutos del trabajo bien hecho de su antecesor y ha demostrado que cada vez que ha tenido que hacer algún cambio le ha temblado el pulso. No ha sabido hacer ninguno bien, siempre tarde, siempre tirando a amarrategui. Se ha demostrado gris. Como si jugará al Football Manager se ha limitado a ser un mero alineador poniendo los que todo el mundo, hasta mi frutera, habría colocado de inicio. Por lo menos cuando ganó cosas, cuando ganaban.
Con esos jugadores lo difícil es no ganar nada. Lo complicado es hacer un Mundial y una Eurocopa como los últimos que han hecho. Entiendo que tuviera crédito.
El alineador del Bosque ha llegado a pervertir el sistema de juego tanto que lo ha convertido en  la táctica del retrovisor, jugando en horizontal, sin casi delanteros, tanto que en el último partido se quedó sin ellos y tuvo que poner al locuaz Pedrito de 9. Convocatorias con 16 centrocampistas, sin casi extremos y delanteros. Clemente parecía un atacante neto a su lado. Por cierto, mil veces mejor entrenador.
Un juego que aburría, provocaba bostezos, hacía cambiar de canal para ver First Dates antes que comprobar hasta donde llega la paciencia de los espectadores. Eso ha sucedido en los últimos 5 años.

El Marqués, título dado por sus méritos deportivos y que me recuerda a cuando el que inauguraba pantanos otorgaba títulos como pago de los favores prestados (le pega), demostró su clase al soltar a su manera, entre dientes, sin mantener la mirada, criticas contra Casillas. Antes de irse, en plan venganza.
No es la primera vez que se portaba mal con un jugador de esos que le han dado la gloria que no creo que merezca.
Recordemos a Villa en su último partido, el caso de Xavi que fue tapado, la manía a Torres por vaya usted a saber que razones...
Lo de no llevar a Saúl a esta Eurocopa y el llevar a amigos suyos que no habían dado la patada a un bote en todo el año también demuestra que es de amiguismos antes que de coherencia. Mira por donde Pedro se cansó de no jugar y largó. Uno de los afortunados con ese premio inmerecido.
Ayer salió Puyol diciendo que no le pareció bien como se trató a Casillas, y tiene razón.
Al final los títulos los ganan los jugadores con el apoyo de los entrenadores. Hay pocos que realmente aporten cosas, como es el caso de Simeone, que dan un plus. Este marqués creo que minimiza el valor de los jugadores.
En resumen, creo que es una gran noticia que se vaya. Villar, que tiene elecciones dentro de poco (chollo tiene el abogado que era un jugador mediocre) insistió en que se quedara. Vicente prefiere quitarse del medio y volver a la cueva. Hace bien, tiene el reconocimiento merecido (o no) y es momento de descansar.
Suenan varios nombres. Camacho es uno de ellos. Seguramente el comentarista más patético que he escuchado en mi vida.
La gente quiere a Jémez, que es de los que si que aporta cosas y carácter, aunque parece ser que será Caparrós, que puede gustar más o menos pero soso no es y tiene personalidad.
Vicente, suerte en la vida.