Revista Cultura y Ocio

Vicente Mínguez: "El vuelo del peregrino' se puede definir como una novela de frontera"

Publicado el 09 febrero 2017 por Vivelibro @infoviveLibro
Entrevistamos a nuestro autor Vicente Mínguez, periodista y guionista y realizador audiovisual que tras ser autor de varias obras divulgativas ha decidido dar el salto al género de la novela con El vuelo del peregrino, un thriller que lleva al lector a adentrarse en la vida del protagonista de la historia que de la noche a la mañana comienza a comportarse de manera extraña a como lo había hecho hasta el momento.
Os dejamos con la entrevista completa en la que el propio Vicente nos cuenta algunos detalles de su nueva novela y por qué no deberíamos perdérnosla.
viveLibro (V): Vicente, ¿cómo empezaste a escribir?
Vicente Mínguez (VM): Recuerdo escribir desde siempre, como le ocurre a muchos autores. Desde muy joven creaba historias que guardaba para mí o para compartir con amigos y familiares. Con el paso de los años trabajé en medios de comunicación, lo que me permitió seguir escribiendo y publicando relatos, artículos y reportajes. Además, por mi profesión como guionista y realizador en medios audiovisuales, no he dejado de escribir, desde ficción hasta textos de carácter científico o histórico para documentales. Todo eso, en mi caso, me ha permitido experimentar para estructurar historias que presentan y analizan situaciones, hechos o acontecimientos de una manera argumental.
V: ¿Qué van a encontrar los lectores en El vuelo del peregrino?
VM: Sobre todo una novela de suspense, de misterio, con elementos del thriller, en la que también están presentes pasajes de acción y otros más reflexivos. Fundamentalmente, planteo un desafío que debe ser resuelto por el protagonista, cuando, por una razón desconocida, es arrancado del tranquilo entorno en el que vive y tiene que sobrevivir en otro violento y cruel, alejado física y moralmente del que conocía. La lucha por regresar y desentrañar el porqué de lo que ocurre le harán plantearse la esencia del “yo” o de la consciencia. También tendrá que enfrentarse con la intolerancia, la crueldad y la violencia en igual medida que al amor, a la amistad o a la lealtad. Todo ello, tendrá que replanteárselo sin él quererlo. Se convierte así en un peregrino en busca de respuestas y de un regreso que por momentos parece inalcanzable.
Se podría también definir como una novela de frontera, no sólo porque algunos de sus escenarios principales se sitúen en una frontera política, sino también porque se plantean fronteras físicas, geográficas, culturales, económicas, sociales, científicas, morales… Incluso, las propias situaciones y acontecimientos que se narran se convierten en una frontera más, pues, aunque se trata de una novela de ficción, está inspirada en acontecimientos y situaciones reales, pese a que a veces no lo parezca. Esa tenue línea que separa dos aspectos antagónicos de una misma cuestión se convierte, en el fondo, en la principal frontera por la que transitan el protagonista y los personajes.
V: ¿Qué nos puedes contar de los personajes?
VM: La novela está escrita en primera persona. Casi en su totalidad está narrada desde el punto de vista del protagonista, aunque interviene también otra voz en dos momentos puntuales, pero decisivos. A través del protagonista conocemos a personajes con los que tiene que relacionarse a su pesar y que le permitirán encontrar las respuestas a las vicisitudes y enigmas a los que se enfrenta. Todos ellos serán peldaños en los que se apoye para avanzar, aunque unos sean cercanos y amistosos y otros fríos, peligrosos o amenazadores. Casi todos los personajes cambian a lo largo de la novela en sentido divergente, sin posibilidad de elección, obligados por el propio suceso que desencadena los acontecimientos posteriores. Algunos de esos personajes tienen una aparición fugaz, pero son determinantes para cambiar la perspectiva sobre la que se plantean ciertas cuestiones y situaciones que crean giros inesperados, pero enlazados a lo largo del texto, a pesar de que parezca en un primer momento sucesos aleatorios sin conexión. En este sentido, surgen indicios en donde parece no haberlos y se hacen evidentes en el transcurso de la narración.
V: ¿Tienes algún proyecto literario más en mente?
VM: Sí, de hecho estoy trabajando desde hace meses en una nueva novela. Mantendrá el tono de misterio y suspense. De alguna manera, engarza con El vuelo del peregrino en cuanto al carácter narrativo. Quizá la nueva novela tiene más de incertidumbre que de suspense, pero ambos conceptos están presentes en el argumento. Es una aventura urbana que, sin embargo, podría desarrollarse en espacios abiertos, recorridos por los personajes en busca de respuestas a un secreto del que no son conscientes hasta que resuelven determinadas situaciones; unas mundanas y otras que parecen ir más allá de lo puramente material. Todo converge en un punto y nada será lo que parece.
V: ¿Qué le dirías a los lectores para que leyes en El vuelo del peregrino?
VM: Recomendar a un lector que lea un determinado libro siempre es un ejercicio arriesgado. Además, como autor de la novela, intentar “convencer” de la lectura de mi propia obra se me hace una tarea muy complicada, en la que en la mayoría de las ocasiones fracasaría. Desde ese punto de vista, no tendría la objetividad para expresar lo que de bueno o malo tenga su lectura. 
Tal vez, lo único que puedo añadir a lo ya comentado anteriormente —de la manera más imparcial y desapasionada de la que soy capaz—, es que El vuelo del peregrino es una novela que se puede leer desde diferentes perspectivas. Tiene un argumento de novela de suspense o misterio, acompañado con un trasfondo relativamente oculto más profundo que no empaña una lectura fluida, según estiman las personas que hasta ahora la han leído. Creo que son ellos, los lectores, los que mejor pueden expresar con sus comentarios o ideas la conveniencia de la lectura de El vuelo del peregrino. Siempre los escucho o leo a todos atentamente y valoro sus opiniones, sean positivas o negativas.

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