Revista Ciencia

Vida extraterrestre (III): ¿Quién eres?

Por El Ojo De Darwin

En los posts anteriores de la serie ya vimos que es casi seguro que haya vida en alguna parte del universo, y hasta tuvimos varios cuerpos celestes conocidos candidatos a albergar vida (al final de la entrada tienes los enlaces a los otros capítulos). En este último capítulo de la serie (sé que llega muy tarde; mis más sinceras disculpas a todos los lectores) veremos los intentos de contactar con vida inteligente que ha llevado a cabo la ciencia hasta hoy.

La primera vez que se lanzó una sonda al exterior del sistema solar con la esperanza de que esta sea alguna vez encontrada por una civilización inteligente fue el 2 de marzo de 1972. La NASA envío al espacio a laPioneer 10, cuyo principal objetivo era pasar cerca de Júpiter para estudiar el planeta, tras lo cual seguiría su camino hacia el espacio interestelar. La sonda atravesó la órbita de Neptuno en 1983, convirtiéndose en el primer objeto fabricado por el hombre que llegaba tan lejos, tras lo cual se perdió en el espacio interestelar. El 23 de enero de 2003 se recibió la última señal de laPioneer, aunque se intentó en vano volver a contactar con ella en varias ocasiones. Pero ¿qué tendrá de especial la Pioneer 10 si la encuentran unos extraterrestres? Pues una placa de aluminio en la que aparecen grabados los dibujos de un hombre y una mujer, y algunos datos como la ubicación de la Tierra con respecto a los púlsares más cercanos a ella (a la izquierda de la placa) o los planetas del sistema solar con una flecha que indica la trayectoria de la Pioneer (en la parte inferior de la placa). En fin, lo justo y necesario para que una civilización inteligente que se encuentre la sonda tenga posibilidades de encontrar la Tierra. Cuando se perdió el contacto con la Pioneer, esta se encontraba ya a 12.ooo mil millones de kilómetros de la Tierra.

Vida extraterrestre (III): ¿Quién eres?

La Placa Pioneer, hecha de aluminio anodizado en oro, un material que se degrada muy lentamente.

Apenas un mes después del lanzamiento de la Pioneer 10 se lanzó la Pioneer 11, su sonda gemela (también portaba la placa de la imagen superior). Esta también pasó por Júpiter y alcanzó Saturno en 1979, planeta del cual proporcionó una valiosísima información en una época en la que se sabía muy poco de los gigantes gaseosos (comparando con el conocimiento actual, claro está). Además, la Pioneer 11 se jugó el tipo atravesando una ruta junto a Saturno cuya seguridad no era conocida por los astrónomos. La causa de este riesgo es que tras la sonda venían las Voyager 1 y 2, y la NASA quiso usar la Pioneer para probar la seguridad de la ruta, que afortunadamente fue suficiente. El contacto con la sonda se perdió a finales de 1995, y actualmente se encuentra a más de 12.800 millones de kilómetros de la Tierra.

Vida extraterrestre (III): ¿Quién eres?

Disco de oro incorporado a las sondas Voyager.

No mucho después del lanzamiento de las Pioneer, una nueva misión dio comienzo también de la mano de la NASA, que en aquellos años se encontraba en plena carrera espacial y no recortaba en gastos. La Voyager 2 fue la primera en despegar, el 20 de agosto de 1977. Después de pasar por Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, continuó su recorrido al espacio interestelar.  Gracias a que lleva una mayor cantidad de combustible que las sondasPioneer, aún no se ha perdido el contacto con la Voyager 2, y se espera que siga enviando datos a la Tierra hasta el 2030. La Voyager 1 se lanzó el 5 de septiembre de 1977, y tan sólo hizo escala en Júpiter y en Saturno entes de salir del sistema solar. Al igual que su sonda gemela, está activa y seguirá transmitiendo datos hasta 2030. Actualmente las Voyager 1 y se encuentran a 18.380 y 14.980 millones de kilómetros respectivamente de la Tierra (podéis ver aquí la distancia en tiempo real). Pero lo que ha hecho famosas a las Voyager es su disco de oro, que en el remoto caso de que en un futuro fuese encontrado y descifrado por una civilización extraterrestre, mostraría imágenes de la Tierra , del sistema solar y de nuestra sociedad, además de reproducir sonidos terrestres, música clásica y saludos en una gran variedad de idiomas (todo esto lo podéis veraquí).

En realidad, enviar sondas al espacio con la esperanza de que sean encontradas en un futuro es algo más simbólico que otra cosa, puesto que todas las sondas mencionadas tardarán cientos de miles de años en alcanzar alguna estrella, y para entonces nuestra civilización seguramente ya se habrá cargado la Tierra. La otra forma de contactar con civilizaciones extraterrestres consiste en analizar las radiaciones que nos llegan diariamente desde todos los puntos del espacio en busca de transmisiones inteligentes, o por qué no, enviar nosotros nuestras propias señales. El radiotelescopio de Arecibo (Chile) envió en 1974 un mensaje con información del sistema solar, de nuestro planeta y del ser humano a un cúmulo de estrellas. De todas formas, el mensaje tardará nada menos que 25.ooo años en llegar a su destino.

Pero aún hay más. Unos días antes de que se lanzaran las Voyager, el radiotelescopio Big Ear de Ohio escuchó algo muy inusual. El 15 de agosto de 1977 se registró una señal de radio que alcanzó una intensidad 30 veces superior al resto de señales que llegaban en ese mismo momento.

Vida extraterrestre (III): ¿Quién eres?

La Señal Wow!, cuya secuencia es 6EQUJ5.

Se trata de la Señal Wow! que fue emitida desde algún lugar del universo durante 72 segundos, y que es hasta ahora la única señal captada que puede tener un origen inteligente. Aunque lo más sugerente es que la señal fue mandada por otra civilización con un potente transmisor, esta no es la única explicación posible, por lo que no podemos asegurar que hayamos recibido una señal de origen extraterrestre.

Aunque el Big Ear fue desmontado en 1998 para ampliar el terreno de un campo de golf, otros telescopios continúan rastreando las ondas de radio que nos llegan desde el espacio día a día, en busca de señales de vida inteligente. Si quieres ayudar en esta tarea, no tienes más que unirte al proyectoSETI@home, que consiste en descargar un programa gratuito que recibirá datos de los telescopios y los analizará en busca de señales inteligentes. Aunque el programa consumirá inicialmente toda la CPU disponible para analizar datos, puedes configurarlo para que tan sólo use un porcentaje máximo de la CPU y así no te vaya lento el ordenador.

Pero, ¿acaso nos conviene comunicarnos con una civilización extraterrestre? Según el célebre científico Stephen Hawking: “Si los extraterrestres decidieran visitarnos, las consecuencias podrían ser similares a cuando los europeos llegaron a América”.

El resto de la serie:
Capítulo I
Capítulo II


Volver a la Portada de Logo Paperblog