Un post de viernes que llega en sábado pero por una buena causa, tras el concierto de Bruno, 4 horas de sueño (cortesía de un enano que decidió que las 6am era una gran hora para ir en bici), un curso ayer por la mañana, tareas varias por la tarde y un resfriado de esos de ojos llorosos y pañuelos de papel en todos los bolsillos no he podido ponerme con esto antes.