"Villa Lago Epecuén"

Nuestros viajes son así del norte, al sur o al centro, de lo verde a lo blanco, blanco dejado por la sal........Hoy nos encontramos en la laguna Epecuén, se encuentra en la provincia de Buenos Aires a unos 550 km de Capital Federal, hoy viajamos con la familia Guzmán-Guajardo.
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Debido al mal manejo de algunas personas en los canales, un día la contención de la laguna no resistió e invadió a cada hogar del lugar, después de varios años las aguas se fueron retirando y dejaron fantasmas vestidos de blancas ropas.....
No parece construcción de ladrillos, parecen obras hechas con panes de sal....
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...............foto del matadero tomada de la Web............
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LEYENDA
Antes que llegara la civilización por estas tierras, cuenta la leyenda, que un pueblo originario encuentra un niño después de un gran incendio y lo llamaron Epecuén, que en su lengua significa “casi quemado”.
Epecuén creció fuerte, en una batalla —ya era un joven atractivo— se apoderó de la hija del cacique enemigo: la joven Tripantu, que en la lengua pampa significa “primavera”. El amor del guerrero y la doncella duró lo que dura una luna completa y, tras ese período de intensa felicidad, Epecuén se enamoró de otras cautivas robadas en las batallas.
Esto causó una profunda tristeza en Tripantu y comenzó a llorar de tal manera que sus lágrimas formaron un gran lago salado, (tan salado como el Mar Muerto) que ahogó a Epecuén y a todas sus amantes.

El lago se volvió sagrado para todas las tribus de la zona y aún hoy, con el auge del turismo que llega para conocer sus espléndidos balnearios y las propiedades terapéuticas de sus aguas, el lago no perdió del todo su halo de misterio.
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