Revista Cocina

Vinos con Bodega Torres de Anguix

Por Bodegaateneo

Esa fría noche de marzo, pude acudir al Miércoles de Vinos de la Bodega Torres de Anguix, una bodega perteneciente a la D.O. Ribera del Duero, y sita en el municipio burgalés de Anguix; de esta bodega había probado el Roble 2007 con anterioridad, aunque también varias veces antes de empezar el blog en el Restaurante La Favorita, siempre con buen recuerdo para este vino.

Con nosotros vinieron de la bodega Angel y el enólogo Pedro Antonio Elena , quienes nos fueron explicando cada uno de los vinos que fuimos probando, así como la filosofía de la propia bodega, buscando colocar en el mercado solo los vinos con la mayor calidad posible, jugando con aprovechar al máximo las añadas favorables y significándose de esa manera en un mercado en el que el vino sale año tras año con independencia de si  es mejor o no que el anterior y tambien sin bajar el precio cuando el vino es de menor calidad (vease algún ejemplo descrito no hace mucho en este blog) ; esa filosofía la he visto tambien en algunas bodegas de Arlanza, y en alguna de las mas grandes ribereñas.

Probamos un total de seis vinos esa noche, empezando por el Rosado Torres de Anguix 2009 , un rosado que se elabora con tempranillo, como todos los vinos de la bodega, y que mantiene el estilo de los viejos claretes por los que fue originalmente reconocida esta zona vinicola, muy floral y ligero, ideal para abrir boca ; tras el llegó el primer tinto de la noche, Torres de Anguix 2009, color cereza de capa media alta (marca de la casa hasta el Gran Reserva), denso y floral, un joven muy potente y nada fácil, quizás aun no sea su mejor momento por la fuerza de la fruta ; despues el Torres de Anguix Roble 2008 se precipitó en la copa, y los mas conocidos aromas de la madera con el vino joven afloraron en los presentes, fino tostado, tánico, buen paso, un roble divertido tras sus cinco meses en barrica, muy pulido ya en botella.

Tras la pausa para reponer energías, apareció uno de los mas esperados por mi de la noche, ya que en la oscura laguna de la memoria   recuerdo haberlo bebido hace ya muchas lunas, Torres de Anguix Crianza 2004, no defraudaron sus doce meses en barrica, y sus cuatro años en botella, reposando este oscuro caldo con notas balsámicas, compotado, muy fino, largo y equilibrado, un 2004 de los que ya deben quedar pocos en el mercado, buenísimo; del crianza pasamos al Torres de Anguix Reserva 2003, vino que mantiene una envidiable capa alta y un color oscuro muy vivo a pesar de los quince meses en barrica francesa y americana , y las estaciones que ha visto durmiendo en la bodega, muy buen paso, tostados dulces y una larga persistencia, que le hicieron mi favorito de la noche; el colofón llegó con mi primer Gran Reserva Torres de Anguix 2000, un vino en el que se notaba la edad en su color algo mas apagado, y sus destellos teja, un vino que ya me costo degustar tras todos los anteriores, y para el que aun no me atrevo a dar más opinión que la puramente hedonista, me gustó, aunque le ví lejos del Reserva.

Con la promesa hecha a Pedro de visitar la bodega, y mis labios bien tintados de uva, nos despedimos de una muy buena jornada más de los Miércoles de Vinos, y la próxima cita, viajamos a La Rioja…

R.

Miércoles de Vinos con Bodega Torres de Anguix 2/3/2011


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