Salamanca pertenece a Castilla y León a 200 kilómetros de Madrid, lo que hace que sea perfecta para una escapada de fin de semana porque son unas dos horas en coche y como os comentaba está muy cerca de Avila que también queríamos visitar. La ciudad dispone de una gran cantidad de hoteles y hostales para elegir a la hora de pasar la noche, nosotros solemos buscar lugares que tengan historia o alguna característica especial y en este caso aprovechamos una estupenda oferta de noche+desayuno en el hotel Palacio de San Esteban.
Salamanca es ciudad Patrimonio de la Humanidad y se conoce como la Ciudad Dorada por el color de la piedra de la que están hechos sus edificios. Sin duda el primer lugar desde donde iniciar la visita a la ciudad es su Plaza Mayor, es un lugar realmente bonito, sus fachadas y sus portales de estilo castellano te encantarán, fue construida en la época de Felipe V y es de estilo barroco y el arquitecto fue Alberto de Churriguera y es un lugar perfecto para tomar un café antes de salir a visitar la ciudad.
Sin duda otro lugar que debes visitar son sus catedrales, tiene 2, la vieja y la nueva y es posible subir a las torres y es algo que debes hacer, las vistas de la ciudad y de los detalles de las catedrales tanto por dentro como por fuera te dejaran sin habla. La catedral nueva aunque se comenzó en la época de los Reyes Católicos realmente se termino en 1733, de estilo gótico y es realmente impresionante. La catedral Vieja es de estilo románico y se inició en el siglo XII y sin duda también merece la pena visitar. El precio de la visita son de 6 euros para los adultos y si subes a las torres un plus de 3,75 euros.
Otro lugar peculiar que visitar es el Huerto de Calixto y Melibea, es un parquecito que recomiendo visitar en primavera ya que con las flores estará mucho más bonito. El nombre es en honor a los personajes de la Celestina y es un jardín de estilo romántico.
Otro lugar que visitar es la Casa Lis que es el Museo de Art Noveau y Art Decó, tanto el museo como el edificio son muy interesantes de ver ya que dispone de unas cristaleras impresionantes que durante un día de sol generan unos reflejos preciosos. El precio de la entrada son 4 euros.
El río Tormes tiene varios puentes pero el más conocido es su puente romano del siglo I. Yo os recomiendo hacer un paseo nocturno cruzando por el puente de hierro y volviendo por el puente romano. Desde la otra orilla se disfruta de unas vistas de Salamanca iluminada con sus catedrales realmente bonita, y si el tiempo acompaña el paseo es realmente agradable.
El convento de San Esteban es otro de los lugares por los que pasar, la fachada te impresionará, es preciosa. El edificio es de estilo renacentista y barroco y también se puede visitar, el precio es de 4 euros.
Sin duda otro lugar que visitar es la Universidad, ir a Salamanca y no visitar su Universidad sería un sacrilegio. Es la más antigua de España, fundada por Alfonso X se sitúa en pleno casco antiguo. Los estudios que se daban en esta universidad eran derecho, medicina, gramática, música y lógica y por supuesto se impartían en latín. No te puedes ir sin buscar la famosa rana en la fachada de las Escuelas Mayores, yo la encontré aunque me costó un poquito. El precio para visitar la Universidad es de 10 euros.
Otro edificio emblemático de Salamanca es la famosa Casa de las Conchas, debido a las más de 300 conchas que se encuentran adornando su fachada. Es un palacio del 1493 y las conchas son el símbolo de la familia Pimentel. Juana de Pimentel se casó con Rodrigo Arias Maldonado de cuya familia era este palacio y cuenta la leyenda que bajo una de las conchas hay joyas escondidas. Hoy en día es una biblioteca que se puede visitar de forma gratuita.
Otra torre a la que se puede subir es la Torre de la Clerecía donde se disfruta de una preciosa vista de la ciudad, también está la Universidad Pontificia y la Scala Coeli. Un lugar que queríamos también visitar por curiosidad pero se encontraba cerrada es la Cueva de Salamanca donde cuentan que impartía clase el Diablo aunque realmente se trata de lo que queda de la cripta de una iglesia desaparecida, la iglesia de San Cebrián.
Sin duda si te quieres llevar algo de Salamanca no dudes en comprar un hornazo, se trata de uno de sus productos más famosos y típicos de su gastronomía. Es una empanada realizada con una masa casera y rellena de sus mejores productos: filetes de cerdo y buen embutido. Para comer encontraras muchísimos sitios, tanto para tapear como para comer, nosotros elegimos dos que nos habían recomendado, por un lado comimos en Vinodiario, es una vinoteca que lleva en Salamanca desde el 2003 y que ofrece una selección de vinos especiales por copa acompañados de platos realmente ricos. Para cenar reservamos en el Mesón de Gonzalo donde disfrutamos de un arroz realmente espectacular. Lo que si os digo es que se llenan absolutamente todos los sitios por lo que es buena idea reservar.
Bueno esto ha sido un resumen de todo lo que se puede ver en Salamanca además lógicamente de disfrutar de un ambiente universitario, aunque durante el día las calles estaban más o menos normales de gente, por la noche el sábado se llenó de gente joven en los bares, terrazas y restaurantes, con muchas risas y alegría que me recordaron tiempos de antes de la pandemia.
Al día siguiente nos levantamos pronto y desayunamos en el hotel para después salir hacia Avila y visitar la ciudad que os lo contaré en mi siguiente post, un beso.
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