Visto en series: Black Mirror (Temporada 3)

[TRANQUILIDAD: ESTE ARTÍCULO NO CONTIENE SPOILERS] Hoy toca hablar de la tercera temporada de una serie que, temporada tras temporada, todavía sigue dando de qué hablar. Se trata de la famosa serie Black Mirror.

Tras los grandes éxitos cosechados en las dos temporadas anteriores, el pasado viernes ha vuelto esta serie de culto que reflexiona sobre algunos de los usos de la tecnología en nuestra sociedad. Tras la compra de los derechos de esta serie por parte de Netflix, había ganas de conocer si el gigante norteamericano mantendría el espíritu original de la serie en esta tercera temporada o, por el contrario, evolucionaría en un camino muy diferente al original de esta serie.

Pues bien, he de decir que Netflix ha optado por la primera de los dos opciones, dando lugar a seis capítulos (una de las novedades más destacadas de esta tercera temporada) que continúan dando que pensar sobre las tecnologías y su uso. Black Mirror sigue con el formato de historias independientes entre sí, y sigue ambientándose en un mundo futurista donde la tecnología domina el ambiente mucho más que en nuestro mundo actual.

A pesar de dicho futurismo, parece que la serie hace llamadas constantes a cuestiones y problemas actuales sobre algunos usos que le damos de la tecnología en nuestras sociedades. Parece que el mundo futurista de Black Mirror podría ser, en parte, el mundo que tengamos en el día de mañana.

Los principales temas que se tratan en los seis capítulos de esta tercera temporada de Black Mirror: el miedo a la muerte, la búsqueda de la eterna felicidad, el chantaje a través de la tecnología, la imagen pública, la valoración de los demás, el engaño que hace el poder fáctico, las opiniones y valoraciones que se hacen en las redes sociales, y nuevas formas de ser “carne de cañón”. Por lo tanto, todos son temas que encajan perfectamente con el espíritu original de Black Mirror.

En resumen, estamos ante una tercera temporada de una serie de culto que ya se empieza a convertir en un símbolo de contracultura, y que recibe muchas alabanzas tanto por parte de la crítica como por parte del público en general.

Sigue siendo una serie que conecta con nuestro mundo real, cada vez mas dominado por la tecnología, y que nos advierte de algunas de las posibles consecuencias que conllevaría el excesivo o el mal uso de la tecnología. Por lo tanto, Black Mirror, en su tercera temporada, sigue siendo una serie muy recomendable al 100%.

Simón de Eiré