by El Rincón de Ika · Published agosto 4, 2017 · Updated julio 23, 2017
Los síntomas de la deficiencia de vitamina D son difíciles de detectar porque principalmente se siente fatiga, debilidad muscular, y dolores generales. Sin embargo, su deficiencia prolongada es muy perjudicial para el cuerpo, llegando a provocar deformidades óseas en casos extremos.
Conozcamos primero por qué se da esta deficiencia en un país con tanto sol, principal fuente de Vitamina C, para entender después los beneficios que nos estamos perdiendo por no seguir una dieta adecuada que tenga en cuenta los niveles saludables de Vitamina D para el cuerpo.
Cómo consumir Vitamina D
Existen 3 formas de obtener la vitamina D: la luz solar, comida y los suplementos alimenticios. De todas, la primera de ella es la principal forma de adquirir esta vitamina de forma natural con la mera exposición solar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los fotoprotectores, imprescindibles para huir de los efectos dañinos del sol, disminuyen la síntesis cutánea de vitamina D e, incluso, llegan a bloquearla completamente.
Las pieles más bronceadas producen menos vitamina D debido a la melanina, filtro solar “natural”, por lo que requieren dos o tres veces más tiempo de exposición solar que una de piel blanca para asimilar toda la que su cuerpo necesita.En cuanto a la vitamina D que podemos encontrar en alimentos nos topamos con opciones saludables como el salmón o el atún, la leche de soja o la leche desnatada, el zumo natural de naranja, los cereales, los huevos o el queso suizo, entre otros.
Muchas personas con deficiencias de esta vitamina optan por suplementos alimenticios seguros y recetados por sus médicos para mantener a rajatabla los niveles de una vitamina con múltiples beneficios para el cuerpo humano.
Beneficios de la Vitamina D
Ayuda al intestino a absorber nutrientes, calcio y fósforo, lo que favorece unos huesos fuertes y un sistema inmunológico saludable, además de prevenir la osteomalacia que causa debilidad en músculos y huesos frágiles, evita la artritis. La vitamina D también ayuda a mejorar la agudeza mental, potenciando la capacidad de memoria y de procesamiento de información. Por no hablar de que un bajo nivel de vitamina D puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos y muerte prematura.
Regula la presión arterial y reduce el estrés y la tensión, alivia los dolores, molestias musculares y se pronuncia eficaz herramienta ante infecciones respiratorias. Aunque suene de broma, la Vitamina C ayuda a combatir la depresión, quizás por eso siempre las épocas veraniegas suelen animarnos tantos a pesar de este calor infernal.
En cuanto a lo que a piel se refiere, la Vitamina D es buena para el tratamiento de la psoriasis, ecemas o rosácea (se suele mandar en aplicación tópica en estos casos o con suplmentos) y previene infecciones.
Sus propiedades anti-inflamatorias hacen que sea eficaz para el tratamiento de quemaduras, daños en la piel o estrías, gracias, además, a su aporte como antioxidante. También es una de las mejores formas de lograr un crecimiento del cabello fuerte, ya que además su falta puede causar la pérdida del cabello y es un precursor para el ciclo de crecimiento del cabello.