Ya hemos visto en otros posts que vivir en un piso antiguo (más de 100 años!) no siempre es una desventaja. Si a lo largo de los años se han ido haciendo las reformas de estructura y seguridad necesarias (fontanería, cableado eléctrico, aislamiento, ascensor, etc.) puede ser de hecho una gran ventaja, ya que la ubicación con casi toda seguridad será en el centro de una ciudad y conservará el encanto de la época en que fue construido.
El edificio al que pertenece este pequeño piso data del año 1898, tiene nada más que 117 años y muchos detalles que nos transportan a esa época, pero está adaptado y decorado conforme a las necesidades de nuestro año. Gran altura al techo, paredes paneladas de madera, molduras en el techo, chimeneas, suelo de madera envejecido, grandes ventanales, puertas de doble hoja, etc. conviven a la perfección con una cocina moderna de líneas rectas, mobiliario de Ikea o accesorios para el hogar más modernos. Me encantan estos pisos están llenos de carácter. ¡Feliz martes!
Vía: Esny